Un escenario poco luminoso está viviendo actualmente la industria del espectáculo nacional. Interpretaciones contrarias con el Servicio de Impuestos Internos (SII) sobre la forma de pago de ciertos impuestos y el alza de las visas de trabajo de los artistas extranjeros por parte del Departamento de Extranjería son dos aristas que la industria acusa y que podrían provocar que realizar un evento en Chile ya no sea rentable.
"Estamos poniendo una señal de alerta. Nuestra industria está hoy gravada de tal manera y llena de regalías internas y externas que hacen que posiblemente el valor del ticket que se paga en Chile por asistir a un concierto suba y la gente, finalmente, no irá a los shows", anticipa el gerente general de la Asociación de Empresas Productoras de Entretenimiento y Cultura (Agepec), que representa al 80% de las productoras del sector, como DG Medios y Time4Fun-Bizarro, entre otras, Jorge Ramírez.
El principal problema tiene larga data: hace cinco años que vienen conversando con el SII para especificar la forma como se paga el impuesto por honorarios a los artistas extranjeros. A la fecha han tenido una sola respuesta, que se dio a través del oficio 1.483 del año 2014, donde se esclareció qué factores eran afectos a tributación. Sin embargo, las dudas continuaron y en noviembre de 2015 volvieron a hacer consultas, respuesta que aún no les llega.
Criterios contrarios
La visión entre las partes es contraria y esto llevó a que varias productoras estén en medio de procesos judiciales en los tribunales tributarios y aduaneros del país, cuenta el abogado de Agepec, Omar Reyes.
Como en todo este tiempo las compañías no han pagado las multas e intereses establecidos por el SII, se estima que la deuda del sector asciende a unos US$ 1.000 millones, cifra muy por encima de los cerca de US$ 200 millones que cada año mueve este mercado.
El conflicto surge con la aplicación del Formulario 50, artículo 60, donde se especifica que los artistas internacionales que vienen a Chile deben pagar un impuesto adicional de 20% con cargo a sus honorarios.
"Tenemos una diferencia de interpretación muy profunda con el SII", señala Ramírez. Esto porque de acuerdo al criterio del Servicio, el honorario de un artista incluye el pago de la garantía que las productoras hacen por anticipado para asegurar que el personaje venga a Chile. También la interpretación que aplica el SII al pago de honorarios incluye los gastos que implica su visita, como hospedaje, cargas y alimentación tanto del artista como de su staff. En total, cuenta el abogado tributario Rubén Bustillos, quien también trabaja con la Agepec, el impuesto establecido de 20% sube a 35%.
"Los gastos e insumos no son gravables de impuestos, porque esto es un reembolso de gastos de elementos que son imprescindibles para que el artista se presente en Chile. Hay que pagar pasajes y carga, pero eso ya tiene sus gravámenes pagados, no tenemos por qué pagarlos adicionalmente", señala Jorge Ramírez.
En el SII indican que la posición ha sido histórica y que no tienen considerado cambiarla. "La posición del SII al respecto ha sido histórica: los gastos adicionales que se dan a los artistas son considerados como parte de sus honorarios porque incrementan su renta", afirman en la entidad.
Agregan que estos valores adicionales son "gastos presuntos" y no "gastos efectivos", distinción que los hace parte del gravamen, indican.
Para la Agepec esta postura es absurda. "Es igual como cuando uno reserva un hotel y deja una tarjeta de crédito como garantía, pero la factura se paga cuando uno se va y no antes, pero acá hay quienes pretenden liquidar o multar a las productoras porque pagaron sus impuestos después de realizado el evento y sostener el argumento que ese pago hay que hacerlo cuando se paga la remesa, lo que es la garantía que se le da a los artistas para que vengan a Chile. Si se hiciera eso, ese impuesto sería ideológicamente falso", acusa Ramírez.
Reglas claras
La asociación quiere seguir conversando con el SII. De hecho, esperan prontamente poder conformar una nueva mesa técnica, luego que el primer intento, realizado en 2015, fallara. En el SII, en tanto, también están dispuestos a conversar, pero enfocados en asesorar al gremio para que la industria mejore sus contratos y no queden flancos abiertos, indican.
Para Omar Reyes, la idea es lograr acuerdos para interpretar bien la norma o cambiarla si es necesario. "Nuestra voluntad es ir aclarando el tema para tener las rentas claras. Si hay un impuesto que estamos pagando mal y nos convencemos de eso, arreglémoslo. Esto es necesario para el negocio y también para tener claridad respecto al precio de la entrada", indica.
Esto, agrega, porque si los conflictos se mantienen, el mayor impuesto tendrá que ser traspasado a los clientes finales, situación que no agrada, dado que en Chile el boleto es más caro que en otros países de la región. "Los tickets en Chile son al menos 19% más caro que el resto, porque acá tenemos un impuesto al IVA", explica Ramírez. Agrega que además de eso existe el pago de un 7% adicional al fisco si el concierto se realiza en un recinto estatal como el Estadio Nacional, el Court Central o la Pista Atlética. También hay un 56% que está destinado al fee que reciben los aristas. Finalmente, las productoras se quedan con un 10% a 15% de ganancia "eso sólo si se venden todas las entradas estimadas", destaca Ramírez (ver infografía).
Hoy la industria está pasando por un período de desaceleración, pues el número de espectáculos ha ido a la baja. Si en el año 2012 se realizaron 291 shows en vivo, el 2015 cerró sólo con 190 y ya para este año se prevé un descenso de 30% en la parrilla programática, marcando al 2016 como el año históricamente más bajo de eventos en vivo, dicen en Agepec (ver infografía).
Norteamericanos más caros
Pero ese no es el único tema que tiene a las productoras en un clima de incertidumbre respecto del futuro. Una nueva preocupación son los actuales valores que tendrán que pagar por las visas de trabajo de los artistas internacionales, informadas por el departamento de Extranjería del Ministerio del Interior en marzo de 2015. Las tarifas, en algunos casos, subieron hasta en 400% y en Chile se pagan en dólares.
Un ejemplo claro del alza, detalla Jorge Ramírez, es la visa que ahora tienen que pagar los artistas norteamericanos, valor que pasó de cero pesos a U$ 870 por persona que integre el staff que viene a Chile. "Todos los extranjeros que vienen a trabajar a Chile tienen que hacerlo con una visa de trabajo llamada contrato temporal. Hace un año ese valor tenía tasas razonables, se podía pagar entre US$ 100 a US$ 200 por artista que viene a trabajar a Chile, pero esa norma fue cambiada y hoy es posible observar hasta un 400% de incremento", explica Ramírez.
Esta situación tiene complicada, entre otras productoras, a Lotus, firma que en Chile está a cargo de Lollapalooza, el mayor evento masivo en vivo, que este 2016 realizará su sexta versión y donde actuarán más de 50 bandas. Por eso, la compañía, a partir de marzo, será integrante del gremio con el fin de unir fuerzas y buscar una solución al tema, pues la asociación se encuentra conversando con las autoridades para ver una fórmula que permita mantener las tarifas antes establecidas.
En la Cancillería explican que los valores se aplican de acuerdo al principio de reciprocidad que existe entre los países, es decir, cuánto le cuesta a un chileno ir a trabajar al país extranjero y acá se le cobra lo mismo al extranjero que viene a trabajar a Chile.
Con respecto a Estados Unidos, indican que se sinceraron los valores, ya que el concepto de visa no tenía tarifa, pero sí existía el cargo "gastos administrativos". Sin embargo, indican que en este caso ellos establecieron un valor menor que el reportado por el Departamento de Extranjería, dado que esta última entidad le aplica un cargo adicional que aumenta el valor en casi un 50%.
En Cancillería están dispuestos a conversar. Indican que una de las opciones que se podría analizar es que a través de la discusión que se tiene que dar en el Congreso respecto de la nueva ley de emigración, se pueda establecer una categoría especial de visas enfocada a este concepto de trabajo, y determinar tasas específicas. Pero esa opción aún no está totalmente sociabilizada, indican en Cancillería.