Señor director:

En septiembre tendremos una gran oportunidad que, por lo menos para nuestra generación, será irrepetible y no podemos desaprovechar: dejarle un legado a la generación del Tricentenario.

Hasta ahora, son escasas las obras que se han realizado y que quedarán para la posteridad. Así, todo terminará en una gran fiesta como corresponde, con asados y empanadas. Sin embargo, como sociedad no dejaremos nada. Quizás sea la oportunidad para que a "última hora" hagamos algo grande y dejemos verdaderamente un legado a nuestros descendientes.

Es por esto que quiero hacer un llamado a las organizaciones empresariales, sindicales, a las autoridades de gobierno y a todos los chilenos para que recordemos el verdadero motor que mueve a Chile: sus trabajadores. Y es que es hoy cuando tenemos la oportunidad de fundar un país distinto, que fomente el trabajo en equipo, la innovación y el emprendimiento, y que mire con esperanzas, y no con miedo, el desarrollo de la nación.

Chile necesita más que nunca un legado y este es el momento de construirlo. Esto lo podemos hacer desde nuestras empresas, como dueños, ejecutivos o trabajadores; desde distintas tribunas, siempre recordando que el verdadero crecimiento y emprendimiento están fundados en todos aquellos chilenos que día a día forjan el futuro del país.

Roberto Fantuzzi H.
Director Innovare
Universidad Autónoma de Chile