Leo Rey sale del tribunal de La Calera y una veintena de reporteros, entre policiales y de medios de farándula, se le acercan y le preguntan ¿cómo estás?: "Tranquilo. Yo sabía muy bien que había colaborado con la justicia diciendo toda la verdad y gracias a eso se llegó a todo esto", responde el ex cantante de La Noche, que acaba de ser formalizado por el delito de conducir en presunto estado de ebriedad.
La historia es conocida. El 13 de marzo chocó a un microbús en La Calera a bordo de un Pontiac amarillo. Carabineros estableció que el músico tenía indicios de haber bebido alcohol, pero la alcoholemia lo desestimaba. Luego, se supo que el examen fue adulterado por la paramédica del hospital local, Mirta Rojas (39), quien utilizó su propia sangre para exculpar al cantante tropical. La mujer -que el lunes fue formalizada por obstrucción a la justicia- afirmó que lo hizo porque es fanática de su música.
Rey mira a las cámaras y reconoce que sabía del favor de su admiradora: "Eso fue cuando me retiraba del hospital, ella me mostró su brazo y me dijo que estuviera tranquilo y después cuando llegué a la fiscalía y el fiscal dijo que él presumía que la sangre se me había cambiado, recordé eso e inmediatamente se lo hice saber", sostuvo tras la audiencia. Ese momento quedó inmortalizado por una fotografía tomada con un celular.
Sobre la versión policial, que afirma que tras el accidente abordó su vehículo y condujo hasta un callejón sin salida, donde fue interceptado por Carabineros, afirma: "Me metí en mi auto para guardarlo de la gente, de los fans (...). Por eso fue que me metí a la calle, me di la vuelta y estacioné, pero jamás traté de sobrepasar por la vereda el vehículo policial. Hay que tener dos dedos de frente, yo soy un personaje conocido y no voy a tratar de darme a la fuga (sic) sabiendo que todo el mundo me conoce (...) En el retén nos tomamos muchas fotos con carabineros". La institución negó que sus efectivos se hayan tomado fotos con el cantante.
Ahora, Rey deberá firmar mensualmente ante la policía durante los tres meses de la investigación. El fiscal Hernán Martínez indaga otros casos de alcoholemias sospechosas en el hospital.