Un nuevo error garrafal de un mecánico de McLaren estuvo a punto de dejar sin efecto la carrera perfecta que Lewis Hamilton realizaba en Canadá. Cuando daba su 50º giro por la pista del autódromo Gilles Villeneuve, el inglés pasó a boxes para su segundo cambio de neumáticos. Igual que en carreras pasadas, la respuesta de su escuadra fue lenta. Los cinco segundos que estuvo parado, a causa de una demora en la rueda trasera derecha, le hicieron perder el liderato, que fue capturado por el entonces puntero del campeonato, Fernando Alonso.
La tarea se complicó sobremanera, pero Hamilton supo sacarla adelante, recuperando ese ritmo endemoniado que impuso desde la largada y que le permitió dar varias vueltas rápidas al circuito. La estrategia de hacer dos paradas dio resultado gracias a la gran conducción del británico, pero también a la pésima estrategia de Ferrari en los últimos recorridos por la pista.
Este triunfo (en el mismo circuito donde consiguió su primera victoria) aumenta el inédito registro de ganadores en la historia de la categoría, que en la presente temporada ha tenido siete vencedores diferentes en igual número de fechas.
Esfuerzo final
Sin lluvia, sin accidentes de consideración o contactos entre los autos, la carrera se desarrolló normalmente durante los 70 giros, a pura velocidad, con una dinámica muy distinta a la del año pasado. Sebastian Vettel pudo mantener su pole position hasta la vuelta 17, cuando realizó su primer cambio de gomas. Entonces fue Hamilton quien se tomó la punta, hasta su propio cambio de neumáticos.
Antes de iniciarse el giro 20, los tres líderes habían pasado por pits y el español se mantenía a la cabeza, hasta que el de McLaren hizo un impecable rebase justo en su sector más lento de la pista. Con la vía libre, Hamilton mostró su velocidad y fue aumentando las diferencias paulatinamente, hasta la mala reacción de su equipo a pocos minutos del final.
"¡Sigue empujando! Lo vas a alcanzar", le transmitían los ingenieros de McLaren a Hamilton por radio, cuando quedaban 10 vueltas para la bandera a cuadros. El vaticinio fue correcto. La Scuderia se decidió por la arriesgada apuesta de cuidar la ventaja de Alonso con gomas gastadas, lo que finalmente le significó al asturiano caer hasta la quinta ubicación y perder la punta del campeonato (ver secundario). En el 64º giro, el bólido de Hamilton finalmente superó a su rival usando el DRS (sistema que reduce la resistencia aerodinámica y que se puede emplear sólo en adelantamientos) y navegó tranquilamente hasta el final para quedarse con su 18º triunfo en la Fórmula Uno.
"El equipo hizo un gran trabajo con la estrategia y las paradas en boxes, me sorprendió lo bien que fui capaz de cuidar los neumáticos. Me vino bien dar un paso atrás para ir adelante", indicó el campeón mundial de 2008, quien, de paso, llegó a la cima del campeonato, con 88 puntos.