Tal ha sido el revuelo que ha generado, que su lanzamiento se adelantó una semana y su autor incluso ha recibido amenazas de muerte de jihadistas vinculados a Al Qaeda. El libro No Easy Day, escrito por un ex comando de los Navy Seals -el grupo que en mayo de 2011 mató a Osama bin Laden-, no sólo contradice la versión oficial, sino que entrega detalles de primera mano, especialmente de cómo, según él, murió realmente el autor de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

El día del operativo, el ex comando -que publica su obra bajo el seudónimo de Mark Owen, pero que ha sido identificado como Matt Bissonnette-, subió junto a sus compañeros por una estrecha escalera hacia la habitación de Bin Laden. En medio de la oscuridad, vio a un hombre que asomaba su cabeza por una puerta: "Estábamos a menos de cinco escalones de la parte superior cuando escuché tiros con silenciador. Bop. Bop".

"Desde mi posición, no podría decir si las balas habían impactado en el blanco. En eso, el hombre había desaparecido en la oscura habitación", cuenta Bissonnette en su libro, que saldrá a la venta el 4 de septiembre. Segundos después, el ex Seal vio a dos mujeres sollozando sobre el cuerpo de Bin Laden. El líder de Al Qaeda tenía un impacto de bala en el lado derecho de su cabeza. El piso y su vestimenta -una camiseta blanca sin mangas y túnica beige- estaban cubiertos de sangre.

"Sangre y trozos de cerebro le salían de un lado del cráneo. Bin Laden tenía aún las últimas convulsiones", señala Bissonnette. En ese momento, uno de los comandos apartó a las mujeres del cuerpo del líder terrorista y mientras éste exhalaba su último suspiro, los Seals le dispararon varias ráfagas hasta que el cuerpo quedó inmóvil.

Armas descargadas

Según la versión oficial, los comandos le dispararon a Bin Laden cuando reingresó a su habitación, porque supusieron que estaría buscando su arma. Pero Bissonnette sostiene que su fusil Kalashnikov y un revólver Makarov estaban descargados. La mayor duda es si los soldados entraron a atrapar o a matar al jefe de Al Qaeda.

El ex comando cuenta que antes de partir a Abbottabad un abogado enviado por la Casa Blanca o el Pentágono les dijo que no se trataría de un asesinato, salvo una situación de peligro. La orden era arrestarlo vivo. Bin Laden murió en sólo 90 segundos, según un ex comandante Seal que el año pasado lanzó Seal Target Geronimo, otro libro sobre la operación. De acuerdo con The Associated Press -que tuvo acceso al libro-, otra situación "incómoda" para el gobierno de Barack Obama tiene que ver con el traslado del cadáver. En su momento, el gobierno dijo que el cuerpo fue tratado con dignidad y que recibió los rituales musulmanes antes de ser lanzado al Mar Arábigo. Pero durante el traslado, el ex comando cuenta que uno de sus compañeros se sentó encima del pecho de Bin Laden.

En todo caso, AP sostiene que esto es una práctica común dado el reducido espacio de algunos helicópteros. Además, una de las dos aeronaves se había precipitado a tierra durante el operativo, por lo que todos los Seals debieron acomodarse en un aparato. Bissonnette dice que cuando Obama y Joe Biden felicitaron al equipo en el regimiento 160 de Operaciones Especiales, el Vicepresidente realizó una serie de bromas que nadie entendió. Además, el ex comando cuenta que uno de sus compañeros pronosticó que el operativo le significaría la reelección a Obama.