"Este es el primer y único libro que se centra en el arte y el diseño de Atari. Sólo unos pocos libros se han centrado en Atari, pero nunca con este enfoque específico de la obra y diseño de la empresa", dice Tim Lapetino, autor del libro Art of Atari, que se lanza en octubre.

El texto rescata el arte y la historia de las cajas que contenían los juegos, consolas y mandos, como la del popular joystick negro diseñado por Kevin McKinsey, en principio creado para la fracasada consola Tank II.

Lapetino, fundador y director del Museo del Arte del Videojuego (MOVA) de EE.UU, dice que el diseño fue clave en el éxito de Atari, en especial el de las cajas con las que se presentaban los juegos. "Eran la ventana al espíritu del juego", dice a La Tercera .

"Esta obra fue en realidad más importante de lo que sería hoy. Sin Internet o videos de vistas previas del juego, el arte juega un papel mucho más importante", agrega.

Gonzalo Lara, jefe de la carrera Animación Digital y Diseño de Videojuegos de la U. Del Pacífico, coincide con esta visión. Explica que Atari no fue la primera empresa de la industria, pero sí la que masificó los conceptos y el arte de las caratulas que invitaban a vivir una experiencia pese a que la gente se encontrara una estética totalmente distinta en el juego.

"Era el referente para diferenciarse de la competencia y atraer al consumidor. Es una influencia y el concepto de empaque de Atari sigue hasta hoy y que es relevante para los desarrolladores", dice Lara.

Legado

La idea del libro, que se elaboró en conjunto con Dynamite Entertainment, surgió porque Lapetino sentía una profunda curiosidad por los creativos que trabajaron en las ilustraciones y el diseño de la firma, que a su juicio sentó las bases de lo que estaba por venir en la industria.

Atari, fundada por Nolan Bushnell y Ted Dabney, brilló en los 80, pero luego perdió terreno frente a nuevos competidores como Nintendo y Play Station.

Sus juegos primero debutaron en las máquinas arcade, que funcionaban con monedas. Así partió Atari en 1972 y su primer acierto o bestseller en este formato, como relata el libro, fue el juego Pong, en cuyo desarrollo fue clave Allan Alcorn.

Luego vino el desafío de introducir los juegos en el hogar. La consola Tank fue un intento, pero el éxito vino de la mano del modelo 2600 lanzado en 1977 y que vendió más de 30 millones de unidades.

"En Atari desarrollaron un montón de estilos de juego y mecanismos como el juego de "plataformas" y el género de los "shoot-em-ups" (como cuando un avión tiene que dispararle a un montón de enemigos). Creativamente, tuvieron un ambiente propicio para las ideas e innovaciones sorprendentes, tanto en la creación del juego y en el arte y el diseño. Fue un cóctel único que les ayudó a ser la compañía de más rápido crecimiento en EE.UU. en un momento de los 80", explica Lapetino.

A diferencia de lo que ocurría en la década de los 70 y los 80, la industria de los videojuegos no tenía los presupuestos al estilo Holywood con el que gozan hoy los desarrolladores, que cuentan con recursos que llegan a los US$250 millones de dólares, como el caso de GTA V o Call of Duty.

"A partir de lo que los artistas y otros me han dicho, normalmente les tomaba seis meses escribir, programar y probar un juego y estaban en general a cargo de una persona. Eso es muy lejos de los equipos de desarrollo de hoy que a menudo tienen un ejército de personas para crear un videojuego", señala el autor.

El trabajo de Lapetino se inició con una entrevista a Cliff Spohn, diseñador de la caratula de Video Chess, quien lo conectó con el resto de los artistas de la icónica firma de videojuegos. En el libro se destaca el aporte de Hiro Kimura, quien trabajó en la caja de ET y el Ciempiés.

"Había un montón de gente creativa que se destacan con perfiles en el libro, incluyendo a George Opperman, que era algo así como un catalizador creativo para la empresa. Fue el primer jefe del departamento creativo, y también ayudó a diseñar el logotipo de Atari", dice Lapetino.

También en Chile

Las entrevistas solo fueron una parte del trabajo de Lapetino, la otra fue la recopilación de bocetos, planos y objetos para armar la publicación. Dice que no fue fácil, porque Atari ya no tiene archivos de ese trabajo.

La obra que aparece en las páginas de la publicación, que estará en versión normal y de lujo, se consiguió en museos de EE.UU. Entre ellos el Strong, un museo interactivo del juego de Rochester, Nueva York. Además de coleccionistas privados y artistas que todavía contaban con originales.

El texto está en inglés pero hay planes para reproducirlo en otros idiomas. Su valor, sin envío, es de US$29,41 (unos 19 mil pesos) en Amazon para la versión normal. En Chile también estará disponible. Daniel Hernández, de la tienda Shazam Comics, señala que ya encargó ejemplares.

"La audiencia para el libro es cualquier persona que creció con Atari y para personas creativas de todo tipo que apreciarían las ilustraciones y diseño sorprendentes", explica Lapetino.

La presentación del libro fue escrita por Ernst Cline, autor de la novela de ficción de videojuegos Ready Player One, que será llevada al cine por Steven Spielberg en 2018.