Abatido a tiros por infantes de la Armada mexicana falleció ayer Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, alias "Tony Tormenta", sindicado como uno de los máximos líderes del Cartel del Golfo, una de las organizaciones criminales más violentas de México.
Fuentes de la Secretaría de Marina mexicana informaron que Cárdenas Guillén murió junto a otros tres miembros del cartel de drogas, en un enfrentamiento que se extendió por horas en la ciudad de Matamoros, en el estado de Tamaulipas, fronterizo con EE.UU. En el hecho, también perdieron la vida dos militares mexicanos y un periodista de un diario local, cuyo automóvil recibió al menos 10 disparos de distinto calibre.
Según se informó, Cárdenas fue hallado tras una serie de operativos de inteligencia. A partir del mediodía, se registraron varios tiroteos entre delincuentes y cientos de elementos de las fuerzas federales, las que se extendieron hasta cerca de las 18 horas. Los hechos originaron bloqueos en las principales avenidas de la ciudad, fronteriza con la estadounidense Brownsville, Texas. El hecho obligó a las autoridades de EE.UU. a cerrar los puentes que comunican en esa zona a ambos países.
El gobierno mexicano calificó la muerte de Cárdenas como un paso "significativo" en la desarticulación de las bandas criminales "que tanto daño hacen a la población", dijo el portavoz de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré.
"Tony Tormenta" era hermano de Osiel Cárdenas, el líder anterior del cartel, quien actualmente se encuentra preso en EE.UU., tras ser detenido en 2003 y extraditado al vecino país en 2007. Desde entonces, Antonio Ezequiel estaba al mando de la organización, compartiendo el liderazgo con Eduardo "El Coss" Costilla Sánchez.
Guerra al narcotráfico
El gobierno de México ofrecía 30 millones de pesos (cerca de 2,3 millones de dólares) por información que condujera a la captura de "Tony Tormenta", mientras que la recompensa de la agencia estadounidense antidrogas DEA llegaba a cinco millones de dólares. Su muerte representa un nuevo acierto para la campaña contra los cárteles lanzada por el Presidente Felipe Calderón, al asumir el cargo en diciembre de 2006. Desde entonces, la violencia del narcotráfico en el país ha costado la vida de más de 31 mil personas, 10 mil de éstas solo en lo que va de 2010.
El Cartel del Golfo y sus rivales "Los Zetas" son los dos grupos de narcotraficantes más fuertes del país y ambos dominan una parte muy importante de la actividad en México y Estados Unidos. Una cruenta guerra que sostienen desde este año por el control del tráfico de drogas, ha derivado en la muerte de miles de personas en la zona norte del país.