Bruno está parado en la mitad de un puente. Mira al horizonte y piensa en el nuevo rumbo que ha tomado su vida. Sigue confundido, no sabe si volver o cruzar al otro lado. Lleva algunas semanas lejos de casa, viviendo en una pequeña habitación. Su mujer y su hijo de ocho años, todavía no entienden las razones de la decisión. Para sobrellevar la agitación de los últimos días, Bruno se embarca en un nuevo trabajo. Es arquitecto y una importante empresa constructora quiere sus ideas para un ambicioso proyecto. Acompañado por Fer, un joven historiador y guía turístico que contrata la empresa, sale a recorrer la ciudad en busca de inspiración. Sin embargo, en el camino encontrará mucho más. Montados en sus bicicletas, paseando por barrios del casco antiguo de Santiago, ambos hombres se enamoran. Aunque Bruno es feliz con el nuevo romance, su pasado le impide vivirlo con libertad. No sabe si seguir adelante. Esa es la historia de En la gama de los grises, película dirigida por Claudio Marcone, que se estrena el próximo jueves 29.
"Me parece súper importante estrenar justo este mes que es tan importante para el proceso que está viviendo Chile, con respecto al Acuerdo de Unión Civil", celebra el realizador, quien se suma con su trabajo a otra serie de producciones locales que se estrenarán próximamente y que tienen como centro la temática gay (ver recuadro).
"Me parece que es una historia que habla de lo personal, de descubrirse, de darte cuenta que tomaste una decisión -tener una mujer, hijos-, con mucha honestidad en su momento, pero que la vida te puede mandar a otro lado, como enamorarte de otra persona y, en este caso, de otro hombre". agrega el director
En la gama de los grises es la primera película de Marcone y fue premiada como Mejor Opera Prima en el último Festival Internacional de Cine de Miami y en el Festival de Cine Gay Frameline de San Francisco.
Proveniente del mundo de la publicidad, Marcone realiza comerciales de moda para distintas casas comerciales. "A mí el cine siempre me gustó, pero le tenía respeto. Tengo 50 años y estoy estrenando mi primera película. Siempre quise hacer cine, pero me tomé mi tiempo", cuenta. A pesar del vuelco profesional, reconoce que le gusta filmar publicidad y que fueron los ritmos de esa industria, donde se trabaja con grandes equipos de rodaje de la manera más eficiente posible, los que lo prepararon para enfrentar su debut. "Estoy aprendiendo cosas de actuación, lo cual ayudará también en mi trabajo publicitario. Las dos cosas se nutren", afirma.
La historia de la cinta se basa en experiencias personales. "No la llamaría autobiográfica, pero puedo reconocer que por ser una primera película, hay partes que tienen que ver conmigo. No me estoy mostrando completamente, pero son experiencias que conozco. Hay cosas que me pasaron, pero no exactamente como están en la película", dice Marcone, quien demoró casi tres años en construir el relato. Finalmente el guionista Rodrigo Norero escribió la versión definitiva. "Hubo una primera versión más a personal y atrevida", indica.
El personaje de Bruno está interpretado por Francisco Celhay, cuya participación en la serie Ecos del desierto convenció a Marcone de darle el papel. Mientras que Emilio Edwards encarna a Fer. El elenco lo completan Daniela Ramírez, Sergio Hernández, Matías Torres y Marcial Tagle. Uno de los momentos que no incluía el guión, pero que Marcone consideró necesario durante el rodaje para el desarrollo de la historia, es una larga escena de sexo entre Bruno y Fer. "Para los actores no fue fácil. Se hizo muy rápido, con tomas largas sin cortes. Y es una maravilla como los dos se pudieron complementar. Fluyó muy bien y la entrega de ambos fue increíble. Por otra parte, la escena no es grosera, no estamos faltándole el respeto a nadie", cuenta Marcone.
El paisaje urbano de Santiago también es clave. Los protagonistas recorren locaciones como el Cementerio General y la Estación Mapocho, y el desaparecido puente Cal y Canto, que también se transforma en uno de los símbolos de la película. "Es el ejemplo del no respeto al patrimonio chileno, es un monumento de la colonia que no fue respetado", opina Marcone, quien ya trabaja en su próxima película: Ausencia, ambientada a mediados del siglo XIX, y que narrará el triángulo amoroso entre el pintor Mauricio Rugendas, la escritora Carmen Arriagada y su esposo, el militar alemán Eduardo Gutike.