Es uno de sus grandes aciertos: antes de adentrarse en la historia del grupo, de retratar a sus integrantes, de tomarle el peso a la acogida que tuvo una música extraña y fascinante, el documental Electrodomésticos: el frío misterio, uno de los estrenos del próximo festival In-Edit Nescafé (que va del 7 al 12 de diciembre), se toma su tiempo en explorar el contexto en el que nació la banda, un ambiente a ratos tan singular e inaprehensible como el mismo sonido de la agrupación formada a mediados de los ochenta por Carlos Cabezas, Silvio Paredes y Ernesto Medina.

Un contexto que tuvo que ver con el galpón Matucana 19 devenido en espontáneo centro cultural, con jóvenes de clase media y alta, respondiendo a la frustración propia de esos años a través de alguna forma de expresión artística de vanguardia o, simplemente, mediante catárticas fiestas musicalizadas por el peculiar cancionero de la new wave, género que por entonces se dejaba ver en todo su esplendor.

Por medio de testimonios de gente como el caricaturista Claudio Romero, el artista Arturo Duclós, el fotógrafo Gonzalo Donoso -entre otros, que pertenecieron a esa escena y que tarde o temprano establecieron lazos con el grupo-, y valiéndose, además, de importante material de archivo, la película va dilucidando la naturaleza de una tribu que por un tiempo pareció haber vivido en un planeta propio.

"La idea era poder usar a los Electrodomésticos un poco como pretexto para poder hablar de eso también", cuenta Sergio Castro, director del documental. "Se puede decir que los Electros llegarían a ser la banda sonora de un movimiento, de un mundo artístico independiente, que en los ochenta protestó contra la dictadura, pero desde otro lado. Desde la música, desde el arte, desde el divertimento", añade.

Carlos Cabezas coincide con la importancia dada a dicho ambiente: "Siempre le he echado harto la culpa al contexto, que fue lo que posibilitó que nuestra música surgiera. Y era un contexto bien especial, había como una necesidad visceral de que cambiaran las cosas, luego de muchos años de carencia de expresión artística. Hizo que mucha gente se atreviera, expresándose inicialmente tal vez de maneras más autistas".

"El garaje Matucana se transformó como en una plaza", recuerda, por su parte, Silvio Paredes. "Estaban desde los tipos que vendían sopaipillas en la calle y que entraban; estaba esa cosa medio punk, estábamos nosotros; era una sopa curiosísima que le daba tiraje a cierta urgencia que teníamos varios de manifestarnos a través del arte", agrega.

El impacto de la música

De otra generación, Sergio Castro (31)-cineasta que ganó con Paseo, su debut, el premio a la mejor película chilena en el Sanfic del año pasado- conoció a los Electrodomésticos por La nueva canción chilena (2004), álbum con el que la banda volvió tras 17 años de silencio discográfico. Castro entabló amistad con Silvio Paredes (era además, fiel seguidor de su otro grupo, Los Mismos) y eso fue lo que a la larga posibilitó que naciera esta cinta, rodada con la venia y participación del grupo. El proyecto ganó el 2008 el fondo para el desarrollo que entrega Corfo, pero en sus etapas posteriores -rodaje y posproducción- fue financiada íntegramente por el equipo.

Además de poner el énfasis en el contexto, la película recorre en detalle la historia de la banda, desde que se conocieron sus integrantes, hasta que se distanciaron, en el año 1992. Habían dejado atrás ¡Viva Chile! y Carreras de éxitos, dos álbumes que se inscribieron dentro de lo más singular y estimulante salido de este rincón del mundo.

La película es elocuente al momento de ilustrar el impacto que provocó en muchos auditores el haberse enfrentado a la música del grupo: una inédita mezcla de sonidos electrónicos y análogos, sobre la cual se superponían samplers de voces extraídas de la cultura popular, tan cotidianas como ominosas,y la grave y espectral voz Cabezas, quien tardaría en darse cuenta del gran carácter de su registro.

Para contar la historia, Castro optó por recurrir a los cercanos del grupo en vez de hacer hablar a los propios cerebros. El productor Hernán Rojas, el ingeniero Alejandro "Caco" Lyon, el mánager Alejandro Sanfuentes y músicos que tocaron con ellos, como Sebastián Levine y Michel Durot, entre otros, son algunos de los que van reconstruyendo la historia de una banda que supo escapar a los clichés biográficos del rock and roll, quizás por exhibir siempre una postura más adulta e intelectual que la media de las agrupaciones circunscritas en la música popular.

Además de la irrupción del grupo, los viajes a Buenos Aires -donde también recibieron con asombro su música-, el distanciamiento de Ernesto Medina, el integrante de más bajo perfil, son otros segmentos de gran atractivo.

La voz de Paredes y Cabezas, el documental se la reserva para el final, en un nostálgico viaje que emprenden ambos a Tongoy. "Era el lugar en común que teníamos de veraneo los tres, nos fascinaba", cuenta Paredes. "La familia de Cabezas tenía una casa allá, la que se transformó en una especie de central de verano para varios. Me acuerdo de vacaciones ahí con los Pinochet Boys, los Levine, tanta gente. Y pasaron muchas cosas con la música. Carlitos se iba para allá solo en su auto con 20 mil equipos, nosotros nos íbamos en bus, y una vez allá tocábamos todo el día", recuerda.

El documental, que tendrá estreno comercial dentro del primer semestre del 2011, llega cuando los dos pilares de Electrodomésticos se encuentran artísticamente activos, cada uno por su lado. Paredes ha estado promocionando Kau, su debut solista editado este año, y Cabezas está concentrado en el lanzamiento de Desamanecer, sucesor del exitoso El resplandor (1997), que presentará en vivo en el GAM el próximo 2 de diciembre.

Sobre planes de volver a entrar al estudio como Electrodomésticos (a seis años de haber editado La nueva canción chilena, el álbum que coronó su reunión), Paredes dice: "A los dos nos está yendo muy bien este año y sería tonto hacernos nosotros mismos una zancadilla y retomar Electrodomésticos en este minuto. Pero tenemos planes siniestros para el 2011, esperemos que pasadito marzo podamos reunirnos y generar ideas primero, porque siempre que uno se junta de nuevo, la cosa es honrar el proyecto con nueva música".