Incluso para quienes no han visto Chicago fire, serie de la que se deriva Chicago P.D. y donde varios de los personajes del nuevo programa habían hecho su debut, la huella de Dick Wolf, uno de los guionistas más influyentes en la actualidad, queda clara en los primeros cinco minutos de su episodio piloto. En ellos, el sargento Hank Voight (Jason Beghe) es un policía que cree que el fin justifica los medios y no tiene problemas con golpear a un traficante para obtener información sobre quién es el responsable de vender drogas alteradas en las calles de Chicago.
Como ha sido la marca registrada del también productor y de la franquicia en la que se transformó La ley y el orden, sus protagonistas son personas que están dispuestas a moverse en los límites de la legalidad para cumplir con sus objetivos, al mismo tiempo que sus transgresiones los convierten en seres atormentados.
En el caso de Voight, la meta es mantener la ciudad libre de criminales, aunque ello implique utilizar métodos poco convencionales para lograrlo.
Con este perfil, la más reciente apuesta de Wolf se transformó en la serie dramática estrenada este año con mayor audiencia en el codiciado bloque de las 22 horas en Estados Unidos, obteniendo en su debut en enero 8,6 millones de espectadores.
Marcando tendencia
Chicago P.D., que empieza mañana a las 22 horas por Universal Channel (canal 31 VTR y 854 Movistar), se ha convertido en el ejemplo a seguir en el modelo de los spinoff que se han tomado la pantalla en los últimos meses y que junto a The originals (derivada de The vampire diaries) lograron buena recepción de audiencia y aseguraron una segunda temporada.
La estrategia de Chicago P.D. fue incorporar a su trama varios de los personajes que ya habían tenido una historia desarrollada en Chicago fire, serie que muestra la vida y trabajo de un grupo de bomberos y paramédicos de la ciudad. En el caso del sargento Voight, se trataba de la búsqueda de redención por sus tácticas para interrogar, además de negociar con sus contactos en el mundo del hampa. Y en el nuevo programa, se concretan los planes que el policía había puesto en marcha en el drama original: hacerse cargo de una unidad especial de investigación en la ciudad. Lo que todavía no está claro es si dejó sus antiguas prácticas en el pasado.
Se unen a su equipo de elite otros detectives que también participaron en Chicago fire: Antonio Dawson (Jon Seda), Erin Lindsay (Sophia Bush) y Jay Halstead (Jesse Lee Soffer).
Ellos también fueron parte del capítulo especial que reunió a este equipo con el de La ley y el orden: unidad de víctimas especiales (que ya fue renovada para su ciclo número 16), en el episodio número 15 de la actual temporada, que se transmitió en abril en la región. La táctica buscaba consolidar el éxito de la serie con otro de los spinoff más importantes de La ley y el orden de Dick Wolf, y lo consiguió, alcanzando los 7,7 millones de espectadores.