CASI 300 páginas tiene la investigación que la Fiscalía Militar abrió en septiembre de 1973 para aclarar la muerte del ex Presidente Salvador Allende y que hace sólo unos meses llegó a manos del ministro Mario Carroza, a cargo de indagar el deceso del ex mandatario.

La Tercera accedió a este documento, donde se interrogó a la mayoría de quienes estuvieron en el Palacio de la Moneda en la mañana del 11 de septiembre. Ex ministros y colaboradores del ex presidente, funcionarios policiales, médicos y militares entregaron testimonios hasta ahora desconocidos, respecto a cómo fueron las últimas horas de vida de Allende.

En su investigación, la Fiscalía Militar apuntó a las circunstancias en que murió el ex presidente y los hechos que se sucedieron la mañana del 11 de septiembre al interior de La Moneda, aunque también inquirieron por otros detalles, como la procedencia del fusil AK-47 con el que Allende se habría suicidado o si éste había ingerido alguna bebida alcohólica durante esa mañana.

Llegada a Palacio

"El 11 de septiembre de 1973 el ex Presidente Salvador Allende Gossens llegó al Palacio de la Moneda aproximadamente a las 8 horas, hecho que no fue comunicado al edecán de servicio ni a la guardia de Palacio". (Informe Fiscalía Militar).

"En el patio de invierno vi pasar al ex mandatario. Distinguí que decía: "¿dónde hay una ventana apropiada para pelear a los cobardes?". (Orlando Saldías, suboficial de Carabineros).

"Después de algunos minutos salió el Presidente Allende al teléfono. Le comuniqué la orden que había recibido (ofrecerle un avión Fach para trasladarlo junto a su familia). Me contestó que lo sabía". (Roberto Sánchez, Edecán Aéreo).

Reunión de edecanes

La primera actividad del ex mandatario ese día fue con sus tres edecanes a solicitud de estos. Se realizó a las 9.30 horas, según el documento de la justicia militar.

"El presidente concedió la audiencia. Se produjo un incidente entre el ex jefe de estado y su guardia personal, ya que estos últimos se mantenían vigilantes, impidiendo la privacidad. El Presidente tuvo que intervenir violentamente en dos oportunidades". (Sergio Badiola, edecán militar).

"Insistí en que no debía poner resistencia y que tenía un avión a su disposición. Me contestó que no se rendía, que no sería un presidente más en el exilio". (Roberto Sánchez).

"Nos manifestó: "Con esta metralleta me defenderé hasta el final, reservando el último tiro para mí y me pegaré aquí", en tanto señalaba su paladar. (Sergio Badiola).

"Desoyó los consejos de los edecanes, aunque aceptó la posibilidad de una conversación con los comandantes en Jefe si se daban las condiciones". (Sergio Badiola).

Foco en la defensa

"Me reuní con el ex presidente, el ministro del Interior señor Briones. También estaba José Tohá. Sin que alcanzara a realizarse en esa reunión un examen y evaluación de la situación, se suspendió". (Clodomiro Almeyda ministro de RR.EE).

"Alcancé a escuchar: 'que este sacrificio sea de utilidad para el futuro de Chile'. Estimé que se trataba de la renuncia y lo pregunté, pero me contestaron negativamente. Me dijeron que no deseaba rendirse". (Alfonso Yáñez, general de Carabineros).

"La atención del ex presidente parecía más orientada hacia la defensa de La Moneda frente al cerco de que era objeto, que hacia otra dirección. Se trasladaba de un lugar a otro del edificio, sosteniendo breves palabras con las distintas personas, sin que en momento alguno yo advirtiera que se detenía con alguna para analizar la situación". (Clodomiro Almeyda).

"Intentamos conversar con el ex presidente para dilucidar la forma en que podíamos afrontar la situación. Recuerdo que José Tohá llamó al almirante Carvajal, solicitándole más tiempo antes de efectuarse el anunciado ataque a La Moneda". (Fernando Flores, ex ministro de Economía).

Tensión previa al bombardeo

"(Llamé) al almirante Patricio Carvajal. Le expresé que lo llamaba desde La Moneda y que nuestro propósito era conversar con el Presidente, pero que para ello era necesario un cese al fuego. El almirante me respondió que al ex presidente se le había ofrecido salir de Chile, pero que su respuesta había sido una serie de garabatos". (José Tohá, ministro de Defensa).

"Más o menos a las 10 horas vi al ex Presidente Allende en el primer piso. Estaba en normal estado de ánimo, es decir, no se veía atemorizado ni excitado ni aun tenso". (Hernán Ruiz, médico del equipo presidencial).

"Cuando conversé con el ex presidente la última vez, vi que portaba una metralleta, que es la que le regaló Fidel Castro e inclusive tenía una dedicatoria". Osvaldo Puccio, secretario presidencial.

"El ex presidente portaba un fusil y un casco y con un grupo de 15 a 20 personas con las cuales el ex mandatario recorría diferentes dependencias de La Moneda también se encontraban armados. Mi impresión respecto a la gente que acompañaba al ex presidente era que recorrían los diferentes sectores de La Moneda sin tomar determinaciones". (José María Sepúlveda, ex general director de Carabineros).

"Nunca antes había visto al ex presidente Allende armado". (Fernando del Pino, detective).

"Cerca de las 10 horas se nos ordenó que por disposición del Presidente de la República subiéramos al segundo piso a las dependencias presidenciales". (Pedro Valverde, detective).

"Entre las cosas que dijo el ex Presidente Allende fue que no iba a salir vivo del Palacio de Gobierno. En mi opinión, dijo que antes de salir vivo, se suicidaría". (Carlos Jorquera, detective).

"Bajé a una cocina ubicada en el primer piso, llegando a los pocos minutos Salvador Allende con un grupo numeroso de gente. Escuché cómo Daniel Vergara, Fernando Flores, Osvaldo Puccio, "La Payita", Augusto Olivares le decían al ex presidente que se rindiera o conversara con los militares a lo que se negaba y se empezó a producir una discusión". (Fernando del Pino).

"Le comuniqué al ex presidente que en 10 minutos comenzaría el bombardeo a La Moneda". (José Tohá)

"Cuando la situación de asedio de La Moneda se desarrollaba, el ex presidente nos pidió a Fernando Flores y a mí que nos trasladáramos al Ministerio de Defensa, con el propósito de hacerles llegar a las autoridades militares las siguientes peticiones: 1) que se suspendiera el bombardeo o ataque a las poblaciones; 2) que se suspendiera el ataque a La Moneda para dar lugar a la salida del personal que quedaba en el Palacio; 3) que la junta (de gobierno) quedara constituida exclusivamente por militares, sin la participaciones de civiles y 4) que se mantuviera el contacto o comunicación entre el ex presidente y la autoridad militar para seguir dialogando". (Daniel Vergara, subsecretario de Interior).

La muerte del presidente

"Cuando estaban bombardeando nos tiramos al suelo y quedé debajo del ex presidente. Yo ya notaba a éste muy deprimido. Se veía agotado". (Fernando del Pino).

"Al entrar a un comedor, cerca de la cocina, encontré semisentado, casi caído a Augusto Olivares. Al acercarme constaté que tenía una herida a bala, de sien a sien (...) su estado era agónico, con grandes dificultades para respirar". (Patricio Gijón, médico presidencial).

"(Allende) aparece por el pasillo y dice a la gente que había muerto un gran amigo de él, el "perro" Olivares. Le hizo un pequeño homenaje. (Douglas Gallegos, detective).

"Después de que le comunicaron la muerte de Olivares, "coco" Paredes se acercó hasta Allende. Le dijo que lo mejor era rendirse". (Eduardo Ellis, detective).

"Hubo una pequeña discusión entre "coco" Paredes y el ex Presidente, ya que el segundo no quería abandonar La Moneda, pero accedió". (Juan Romero, detective).

"Se empezaron a dar instrucciones para que la gente saliera. Allende dijo que la "Paya" saliera primero con una bandera blanca y después nosotros. Dijo que iba a salir al último". (Douglas Gallegos, detective).

"Antes de que el presidente ordenara que saliéramos, escuché cómo Allende reflexionaba en voz alta y decía: "¿y la gente?, ¿dónde está la gente? Lo repetía continuamente. Poupin y Paredes le respondieron que no había nada qué hacer: los cordones habían sido neutralizados". (Fernando del Pino).

"Todo el grupo se dirigió a la escala que conduce a la salida de Morandé y empezaron a bajar. Me quedé al final, ya que quería recoger mi máscara antigases (...) lo único que quería hacer era recoger la máscara y llevársela a mi hijo. Pensé que sería como un recuerdo", Patricio Gijón.

"Se formó la cola y quedé entre los últimos. El ex presidente iba retrocediendo, revisando la fila. En un momento se metió a un living que quedaba detrás de la fila de personas, y cerró la puerta tras de si". (Carlos San Martín).

"No lo seguí con la vista, ya que estaba preocupado de la fila para no quedarme atrás. En ese momento sentí la voz de Allende que decía: "¡Allende no se rinde mierda!". (Pedro Valverde).

"Me dirigí a bajar también por la escalera que conduce a la salida por Morandé, cuando pasé junto a la puerta de una gran sala. Miro para adentro y antes que nada veo cómo una persona, en línea recta conmigo, se va sobresentándose en un sofá y al mismo tiempo, teniendo una metralleta entre las piernas y dirigiéndola hacia su cabeza se dispara (...) me acerqué corriendo y ya me había dado cuenta de que la persona era Salvador Allende". (Patricio Gijón).

"Me percaté de que Enrique Huerta, entonces intendente de Palacio, se dio cuenta de lo que hacía Allende, abrió la puerta y se asomó. Acto seguido se dio vuelta gritando... se mató, se mató". (Carlos San Martín).

"Sentí unas detonaciones. A Arsenio Poupin le digo algo así como que el ex presidente se habría suicidado. Esto yo lo suponía. Poupin se puso histérico y empezó a gritar". (Pedro Valverde).

Incredulidad militar

"Al entrar (a La Moneda), me percaté de que en una ventana que da al interior, se veía una bandera blanca agitada en señal de rendición". (Javier Palacios, general de Ejército).

"En dicho salón (Independencia), en el costado izquierdo, se encontraba una persona en posición sentada y en su costado derecho una persona de pie, identificado más tarde como el doctor Gijón. Le pregunté dónde se encontraba el ex Presidente Allende y él contestó: "Aquí se encuentra S.E. el Presidente de la República, indicando con la mano el cuerpo que se encontraba sentado en un sillón". (Iván de la Fuente, teniente de Ejército).

"No me convencí de que fuera Allende. El rostro estaba desfigurado; usaba un vestón de tweed bastante usado; una polera de lana gris, un pantalón de tweed con rodilleras y botas militares. Le consulté a Gijón cómo podía manifestar que era Allende cuando éste tenía fama de andar bien vestido, a lo que contestó: 'su excelencia llegó hoy a La Moneda a las 07.30 en la tenida que usted ve". (Iván de la Fuente).

"Pude constatar que en el salón, sentado sobre un sillón, se encontraba un hombre que identifiqué como el Presidente Allende. (...) Sobre ambas rodillas tenía un fusil ametralladora (...) En la misma habitación se encontraba un médico de apellido Gijón que estaba alterado y nos expresó que el Presidente se había disparado con el arma (...) explicó que al momento de entrar, encontró que el presidente estaba con el fusil apoyado en el mentón, por lo que se limitó a tomarlo -el fusil- y dejarlo apoyado en las piernas del occiso". (Javier Palacios).

"Es cierto que le saqué la metralleta, después de haberme sentado en una silla junto a él". (Patricio Gijón).

"Estaba tendido en un sillón, con un fusil ruso atravesado sobre las piernas y la cara semidestrozada. Le tomé la mano y la encontré aún tibia. El general Palacios ordenó que se tapara el cuerpo con un biombo que estaba en el salón, prohibiéndose la entrada". (René Cardemil).

"Di cuenta al general Brady comunicándole por radio el siguiente mensaje: "Misión cumplida. Moneda tomada, presidente muerto". (...) Dispuse el levantamiento del cadáver y su traslado al Hospital Militar para la autopsia". (Javier Palacios).

"El arma encontrada en el sitio del suceso con su cargador puesto quedó en poder del general Javier Palacios para ser remitida a la Fiscalía Militar". (Informe de la Brigada de Homicidios).

Interpretaciones del suicidio

"Su actitud no me parece sorprendente ni extraño su suicidio, una vez comprobada la no viabilidad de la defensa". (Clodomiro Almeyda).

"Por las conversaciones que tuve con el ex presidente en los últimos momentos que lo vi, estoy convencido de su suicidio, y no creo que en su muerte hayan intervenido fuerzas extrañas". (Carlos Briones).

"Lo había escuchado repetidamente en reuniones del Consusena, con ministros, dirigentes políticos, que a él no lo sacaban vivo de La Moneda. Después de conocer la versión del doctor Patricio Gijón y haber escuchado su versión, no me merece duda la veracidad de su testimonio". (José Tohá).

Conclusiones de los peritajes

"En Santiago, a 11 de septiembre de 1973, siendo las 21.15 horas se constituyó el tribunal en el Hospital Militar, con el objetivo de verificar la existencia del cadáver de Salvador Allende Gossens, pudiendo constatar que efectivamente su cadáver se encontraba sobre una mesa de autopsia en la sala de otorrinolaringología (...) la diligencia se terminó de cumplir hacia las 24 horas del día en curso". (Informe de Autopsia).

"Data de muerte aproximada al término del examen realizado a las 18.00 hrs, se estimó en cuatro horas y media y su causa probable: traumatismo cráneo encefálico por herida a bala de tipo suicida". (Informe Brigada de Homicidios).

"La causa de la muerte es la herida a bala cérvico buco cráneo encefálica, reciente con salida del proyectil. La trayectoria intra corporal seguida por el proyectil es de abajo hacia arriba, de adelante hacia atrás y sin desviaciones apreciables en sentido lateral (...) el disparo ha podido ser hecho por la propia persona". (Informe de Autopsia).

"El disparo que ocasiona la muerte del ex mandatario tiene todas las características de un acto suicida (...) La posición desde el punto de vista balístico que ha debido tener el ex mandatario en el momento del disparo elimina la posibilidad de la intervención de una tercera persona en acción homicida." (Informe de la Brigada de Homicidios).

"Resultados: Alcoholemia: 0,00 gramos por mil". (Informe de Autopsia).

"La existencia de dos impactos de proyectil en el muro oriente y de dos vainillas del mismo tipo y calibre, ambas disparadas por la misma arma, y encontradas próximas entre sí, permiten suponer la posibilidad de dos disparos en corta sucesión" (Informe de Brigada de Homicidios).

"En cuanto al fusil, que se encontraba en poder del presidente, más otros efectos personales fueron entregados al Servicio de Inteligencia del Ejército". (Informe de la Brigada de Homicidios).