Después del 28 de febrero, día que Benedicto XVI fijó como el último de su pontificado, dos cardenales serán los que asuman el protagonismo en el Vaticano, hasta la realización del cónclave en el que se elegirá al nuevo Papa católico.
Ninguno de los dos está en la primera línea para suceder a Joseph Ratzinger, pero tanto Angelo Sodano (85), actual decano del Colegio Cardenalicio, como Tarcisio Bertone (78), secretario de Estado del Vaticano, jugarán un rol clave en el proceso en que los cardenales definirán la sucesión de Benedicto XVI.
Sodano representa a la denominada "vieja guardia" del Vaticano, debido a que por más de 15 años se desempeñó como secretario de Estado de Juan Pablo II. Al ser designado Papa, Ratzinger lo ratificó, pero en septiembre de 2006 lo reemplazó por Bertone.
Según el experto en temas del Vaticano, Sandro Magister, el reemplazo generó una división y Sodano lideró las críticas contra Bertone debido a su escasa experiencia en la diplomacia vaticana. "No hay buena relación, como muchas veces pasa cuando una persona sucede a otra en un cargo", dijo Magister en una entrevista con La Tercera.
Sin embargo, ambos liderarán las conversaciones y las actividades previas a la votación de los 117 cardenales habilitados para escoger al nuevo Papa. De ellos, 67 fueron designados por Ratzinger, de quien Bertone ha sido estrecho colaborador, no obstante las tensiones que muchos analistas advierten entre ambos. Los otros 50 los nominó Juan Pablo II, de quien Sodano fue uno de los más estrechos colaboradores.
Aquí, una ficha personal y la trayectoria de dos de los cardenales más influyentes del Vaticano.
Historia Personal
Nació el 23 de noviembre de 1927, en Isola d'Asti, una pequeña localidad de 2.116 habitantes, ubicada en la región de Piamonte, al noroeste de Italia. Sodano es el segundo de seis hermanos de una familia católica, en la que uno de sus tíos paternos, Pedro, estudiaba teología en el seminario de Asti. En efecto, en 1994, en una visita a su región natal, mientras se dirigía a los campesinos y agricultores de la zona, Sodano recordó cómo sus padres solían encomendarse a Dios en sus cultivos, especialmente, cuando las crudas nevazones de invierno afectaban la cosecha. "En esos momentos de angustia, mi mamá y mi papá rezaban", contó. En una biografía titulada Un servidor de la Iglesia, de Gugliemo Visconti, se explica que al catolicismo de su niñez se sumó la influencia que tuvo la canonización -a mediados de los años 30- de Juan Bosco y José Cottolengo. Ambos eran sacerdotes piamonteses y sus obras se habían desarrollado en las cercanías de su pueblo natal. Su padre, Giovanni, era además dirigente y activo participante del movimiento Acción Católica, que cobró relevancia en la oposición al fascismo. Después de la II Guerra, en 1948, Giovanni Sodano fue electo diputado en la lista de la DC italiana.
Nació en diciembre de 1934, también en la región italiana de Piamonte, y fue bautizado en honor a San Tarcisio, uno de los patronos del movimiento Acción Católica, del que su padre, Pietro, era dirigente local. Fue el quinto de los ocho hijos del matrimonio de agricultores católicos observantes. Según el cardenal contó a la revista 30 Giorni, su madre trabajó por el ascenso de la Democracia Cristiana en 1948 y durante la época del fascismo, "nunca quiso pagar el carné del partido, ni para mí ni para mis hermanos". En el libro biográfico Il Cardinale del Sorriso, se narra que durante su adolescencia, en la época de la posguerra, una de sus aficiones era, junto a sus amigos, divertirse disparando residuos bélicos, entre ellos, pistolas Mauser y ametralladoras Stein. En ese entonces, sus planes de futuro apuntaban a ocupaciones relacionadas con los idiomas. Pensó en ser intérprete e incluso diplomático, pero cuando tenía 14 años y asistía a un colegio en Turín -capital de Piamonte-, fue invitado por un sacerdote salesiano a un retiro vocacional en la casa que la congregación posee en las afueras de dicha ciudad. Luego de la actividad, decidió ingresar al noviciado de la orden, hecho que se materializó en diciembre de 1950.
Formación
Por influencia familiar, "la Acción Católica se convirtió para Angelo en escuela de vida cristiana", explica en su biografía. En octubre de 1938 ingresó al seminario episcopal de Asti. En un ambiente marcado por la guerra, entre los seminaristas del norte italiano fue fuerte la influencia de este grupo. Doce años después fue ordenado sacerdote y se trasladó a Roma, por sugerencia de sus superiores, para continuar sus estudios. Se perfeccionó en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana con la tesis "Los bienes terrenales en la vida de los justos según San Juan Crisóstomo", dirigida por el sacerdote jesuita Mauricio Flik. En 1954 regresó a Asti, donde se desempeñó como profesor de teología dogmática en el seminario. Como profesor, fue descrito como riguroso, exigente, pero cordial con los alumnos. En paralelo, como sacerdote, comenzó a desempeñarse como vicario cooperador en una aldea cercana a Asti, centró su trabajo en los jóvenes y conformó un grupo de la Legión de María. Además, colaboró como asistente diocesano de la Federación de Universitarios Católicos Italianos (Fuci). Cuatro años después, regresó a Roma, para terminar sus estudios de derecho canónico en el Ateneo Lateranense.
En 1960, tras una década de formación en Monte Oliveto, el centro de formación de los Salesianos en Turín, Tarcisio Bertone fue ordenado sacerdote. Luego se trasladó a Roma, para obtener su licenciatura en teología y para realizar un doctorado sobre Derecho Canónico, cuya tesis fue dirigida por el cardenal austríaco salesiano Alfons Maria Stickler -fallecido en 2007 y cuyo funeral presidió el Papa Benedicto XVI-, reconocido defensor del rito trientino y del celibato, quien criticaba a Bertone por su falta de mayor interés en sus estudios. "Es verdad, me regañaba porque pasaba poco tiempo en la biblioteca. En aquellos años, como he hecho siempre, no había querido nunca dedicarme exclusivamente a estudiar, sino que trataba de hacer actividad pastoral con los jóvenes, predicando en retiros y en cursos de preparación para el matrimonio", dijo Bertone en una entrevista. En medio de su proceso de formación, se produjo el Concilio Vaticano II, en el que Bertone intentó participar en la mayor medida posible: se ofreció para coordinar a un grupo de seminaristas en la entrega de textos para más de dos mil sacerdotes durante el primer día, e intentaba ingresar a la Iglesia de San Pedro auxiliando a curas ancianos. Además, presenció algunas de las ponencias del evento, entre ellas, la de Hans Küng -"quien aún no se salía del camino", recordó Bertone en 30 Giorni- y la de teólogos ligados al conservadurismo.
Trayectoria
"Es el único diplomático mejor que yo", dijo en una oportunidad el ex secretario de Estado de EE.UU. Henry Kissinger, para referirse a Angelo Sodano. Su "carrera" al interior del Vaticano comenzó en 1961, cuando se integró al "servicio de la Santa Sede". A comienzos de los 90, un periódico italiano recordó que en ese momento, fue descrito como alguien "no alimentado en la Curia", debido a su, hasta entonces, escasa trayectoria en Roma. Pero la situación se revirtió lentamente. Primero, en sus designaciones como secretario de las nunciaturas de Chile, Uruguay y Ecuador, y en 1968 fue convocado a Roma para asumir la Secretaría para la Relación con los Estados, siendo por una década el segundo hombre del cardenal Agostino Casaroli, quien dirigía el consejo y fue el rostro de la defensa de los derechos e intereses de la Iglesia y los católicos en los países del bloque comunista. Posteriormente, como secretario de Estado de Juan Pablo II, Casaroli fue el puente entre el Pontífice y los países del Este.
En ese cargo, Sodano ya demostraba su hábil manejo de las relaciones internacionales del Vaticano y viajó a diversos países, entre ellos, Hungría, Rumania y Alemania Oriental, y según consignó el cardenal Raúl Silva Henríquez en sus memorias, tuvo un rol protagónico en la crisis de la Universidad Católica de Santiago, que culminó con la toma de su casa central. En 1977, el Papa Paulo VI lo designó nuncio apostólico en Chile y le encomendó dos misiones: evitar una guerra entre Chile y Argentina (que en ese tiempo se catalogaba como inminente), y mejorar la relación que la Iglesia Católica tenía con el régimen militar chileno.
En Santiago, su estrategia consistió en establecer vínculos con el episcopado local y generar instancias de acercamiento con representantes del gobierno de Augusto Pinochet. Su misión fue ratificada cuando asumió el papado Juan Pablo II, en 1978.
En sus esfuerzos por acercar al clero chileno a una línea más doctrinaria, se topó con un sector progresista liderado por Silva Henríquez, quien había dado a la institución protagonismo político, algo que al Vaticano no le gustaba. Cuando Silva Henríquez renunció al Arzobispado de Santiago, su sucesor, Juan Francisco Fresno, se rodeó de colaboradores más conservadores.
En 1989 regresó a Roma, a cargo de la Secretaría para los Asuntos Públicos, donde representó al Vaticano en reuniones de diálogo sobre el futuro europeo y la situación de los países comunistas. A fines de 1990, en una reunión de Juan Pablo II con las secciones de la Secretaría de Estado, el Pontífice anunció el retiro de Agostino Casaroli como secretario de Estado y acto seguido, leyó la carta de nombramiento de Sodano.
Para transformarse en el salesiano que más alto ha llegado al interior de la Curia Romana, el actual secretario de Estado del Vaticano inició su carrera vinculado a la educación. Terminados sus estudios en Roma, fue profesor de teología moral entre 1961 y 1965, en Turín, y en 1967 hizo el curso romano de esta misma disciplina en el Ateneo Salesiano -la posterior Universidad Pontificia Salesiana-, de la cual sería decano de de Derecho, vicerrector y rector entre 1979 y 1991. Desde allí estudió temas de derecho constitucional eclesiástico y la relación entre Iglesia y comunidad política. En paralelo, ejerció como perito para la Santa Sede en diversas materias, como la redacción del Código de Derecho Canónico, cargo para el que tuvo que viajar a diversos países, para la presentación de la "gran doctrina de la Iglesia" entregada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, entonces dirigida por el actual Papa Benedicto XVI, a quien conoció entonces. En 1984 fue designado oficialmente consultor de dicho órgano vaticano, tarea en la que integró, en 1988, el grupo de especialistas que junto a Ratzinger negoció sin éxito el retorno de los lefebvristas a Roma. Además, participó de la redacción de la nueva constitución Ex Corde Ecclesiae y fue designado para conformar un grupo de diálogo entre Europa oriental y occidental, después de la caída del Muro de Berlín.
A comienzos de los 90, fue nombrado arzobispo de Vermicelli y a mediados de la década, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde estrechó sus lazos con el cardenal Joseph Ratzinger y se transformó en su "número dos". Ahí participó de la redacción de una serie de documentos relacionados con doctrina, algunos de los cuales causaron revuelo al interior de la Iglesia, como por ejemplo, Dominus Iesus, que planteaba que la salvación sólo estaba presente en Dios y que la Iglesia Católica era superior a otras religiones. Tras siete años fue designado como obispo de Génova y en 2003, cardenal. Instalado en la Curia, se hizo conocido por su oposición a la guerra de Irak, sus dichos sobre la diferencia entre países ricos y pobres y por haber bromeado con una eventual clonación de la actriz italiana Sofía Loren. Fue descrito como un obispo con mayor vocación pastoral que aptitudes políticas y en Génova, su fanatismo por el fútbol (es hincha de Juventus de Turín) lo llevó a comentar partidos para un canal de TV local. Uno de los vínculos más fuertes de su trayectoria es con los secretos de Fátima, pues en los 90 Juan Pablo II le encargó la publicación del tercer secreto; en 2005 fue el enviado papal especial para el funeral de Sor Lucía, y en 2007 representó a Roma en las celebraciones de los 90 años de las apariciones. A fines de 2005, a 9 meses de asumir como Papa, Benedicto XVI le ofreció la Secretaría de Estado. Bertone solicitó un tiempo de reflexión, pero aceptó su designación, la que se hizo efectiva el 15 de septiembre de 2006.
Gestión en el Vaticano
En una entrevista concedida a fines de los 90 a la revista Avvenire, Sodano explicaba uno de los roles en el segundo cargo de importancia en el Vaticano. "Tal vez se maravillarán ustedes de que yo como secretario de Estado insista en el aspecto interior de la Iglesia, pero la jerarquía de la Iglesia es una sociedad organizada". En su frase, Sodano resumió la que es considerada una de sus características en la política vaticana, pues se le ha descrito como un "burócrata" de la Iglesia. Durante su gestión, Angelo Sodano debió enfrentar temas conflictivos como la guerra del Golfo o el diálogo con las Iglesias Ortodoxas, donde puso a prueba sus dotes como diplomático. Además, debido a su trayectoria en la Santa Sede, se le reconoce una estrecha relación e influencia con la Iglesia latinoamericana. En efecto, uno de sus principales colaboradores fue el cardenal argentino Leonardo Sandri y en 1996, fue clave para la nominación del cardenal chileno Jorge Medina, como prefecto de la Congregación del Culto Divino. También se ha reconocido en su mandato una Curia alineada bajo los preceptos dictados por Juan Pablo II, de quien fue un estrecho colaborador y con quien comparte los elogios por un papado que logró un rol relevante en la escena internacional. Fue él quien manejó la política exterior del Vaticano. Pero la manera en que la Santa Sede enfrentó los escándalos de abuso sexual es una de las críticas más persistentes a su gestión. Según la revista norteamericana National Catholic Reporter, Sodano fue uno de los defensores del fundador de los Legionarios de Cristo en Roma, Marcial Maciel, culpable de asbusos y condenado a una vida de oración y penitencia bajo el papado de Benedicto XVI. El vaticanólogo estadounidense John Allen escribió en el mismo medio que en 2005, cuando la Congregación para la Doctrina de la Fe, entonces encabezada por Ratzinger, finalizaba la investigación contra Maciel, Sodano, desde la secretaría de Estado, emitió una declaración negándola.
En abril de 2005, cuando asumió Benedicto XVI, pese a que las especulaciones de la prensa y los vaticanistas apuntaban a que la salida de Sodano del cargo era inminente, Ratzinger lo ratificó como secretario de Estado. Pero en septiembre de 2006, fue removido y reemplazado por el entonces obispo de Génova, Tarcisio Bertone.
Según ha dicho Bertone, entre las materias que conversó con Benedicto XVI antes de aceptar el cargo, fue su desconocimiento del idioma inglés. Ratzinger lo tranquilizó y le dio el ejemplo del ex jefe de gobierno alemán Helmut Kohl, quien tampoco lo sabía. "Además, al servicio de la Santa Sede hay óptimos intérpretes", diría el secretario de Estado con posterioridad. La historia da cuenta de que Ratzinger escogió para el cargo a uno de sus cercanos, por sobre un diplomático de carrera, al que le dio gran poder. Esto generó recelo en parte de la Curia, pues reemplazó en el puesto a Sodano, cuya trayectoria se forjó en la alta diplomacia vaticana. Tras asumir, enfrentó de inmediato su primer gran desafío: recomponer las relaciones con el mundo musulmán tras los dichos de Ratzinger en Alemania, en septiembre de 2006, cuando mencionó un diálogo entre el emperador bizantino Manuel II Paleólogo (1391) y un persa erudito en asuntos religiosos, donde éste decía que en Mahoma sólo se veían "cosas malas e inhumanas, como su orden de difundir la fe usando la espada". El episodio trajo críticas para ambos, pues meses más tarde estaba programada una visita a Turquía, la que finalmente se realizó sin inconvenientes. Los tres hitos más complejos de su gestión son el nombramiento, en 2007, de un ex espía del régimen comunista como arzobispo de Varsovia, cuya designación fue anulada; su participación, en 2009, en la decisión de revertir la excomunión a cuatro obispos lefebvristas, uno de los cuales luego negó el holocausto, y sus dichos, en 2010, sobre pedofilia y homosexualidad: "Muchos psicólogos y muchos psiquiatras han demostrado que no hay relación entre celibato y pedofilia, pero muchos otros han demostrado, me han dicho recientemente, que hay relación entre homosexualidad y pedofilia".
A Bertone se le reconoce interés en consolidar las relaciones diplomáticas del Vaticano y a diferencia de otros papados, este fue el secretario de Estado que más viajó, incluso más que Ratzinger, quien delegó en él esa misión al final de su mandato. También, fue el colaborador más influyente de Benedicto XVI en la manera de enfrentar los casos de abuso sexual, que castigó duramente y otorgó mayor transparencia a los procesos.
Las acusaciones de concentración de poder fueron permanentes (se llegó a pedir su renuncia) y a raíz de las revelaciones del episodio "Vatileaks", fue sindicado como el responsable de poner freno a una serie de reformas impulsadas por Benedicto XVI para transparentar los procedimientos del Banco Vaticano. Entre ellas, se le atribuye el traslado a EE.UU., en calidad de nuncio, del ex vicegobernador del Vaticano, el cardenal Carlo María Viganó, quien en cartas dirigidas a Bertone y a Ratzinger denunció corrupción y nepotismo en la entrega de licitaciones. De hecho, el Papa acaba de imponer en ese banco a un directivo que no es del círculo de Bertone.
La Sucesión
Tras la renuncia de Benedicto XVI, Sodano declaró que la Iglesia vive "horas oscuras". Como decano del Colegio Cardenalicio, será uno de los responsables de la organización del cónclave y dirigirá la misa Pro Eligendo Pontífice Romano. Aunque no podrá votar, por tener más de 80 años, sí estará presente en las reuniones de cardenales previas a la elección.
"Hay un velo de tristeza en nuestros corazones", dijo Bertone, después de conocerse la renuncia del Papa. Desde el 28 de febrero y hasta el cónclave, Bertone será quien asuma la Sede Vacante, en reemplazo de Ratzinger. Esa es la función del Camarlengo, cargo que asumió el 2007. Para el día de la elección, Bertone sí votará en el cónclave.