El trabajo con los stakeholders o grupos de interés que rodean las actividades de la empresa se ha transformado en uno de los temas más importantes a la hora de abordar la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en las compañías.
Si bien considerar los intereses de los accionistas sigue siendo un tema indispensable, pues son ellos los que aportan el capital para el funcionamiento de la empresa, en la actualidad surge una nueva visión que complementa la anterior. Se trata de una óptica que sostiene que la sustentabilidad de las operaciones de la empresa depende fuertemente de las políticas y de la calidad de las relaciones que se mantengan con los diversos grupos de interés.
Pero, ¿qué es exactamente un stakeholder (SH)? Este es el término con el que se denominan a todas las personas, instituciones o entornos físicos que pueden impactar o ser impactadas por las actividades o decisiones que asume la empresa.
Los directivos de las compañías tienen que reconocer esta realidad: sus decisiones de inversión, políticas comerciales y necesidades de crecimiento no sólo afectan a sus propios estados financieros, sino que también a sus trabajadores, sus familias, a las comunidades donde operan, a los proveedores, a sus clientes finales y una serie de otros actores. A su vez, las empresas se ven impactadas por decisiones y condiciones regulatorias, políticas y otras circunstancias.
Por este motivo, una de las primeras tareas que debe realizar cualquier ejecutivo de una empresa es reconocer y clasificar a los diversos grupos de interés, con la finalidad de obtener un "mapa" que permita gestionarlos adecuadamente. De esta manera se puede priorizar e identificar temas sensibles para cada uno de ellos, buscar mecanismos de colaboración y de paso anticipar eventuales conflictos.
Las empresas suelen tener diversos tipos, categorías y naturalezas de stakeholders, cada uno de los cuales posee, a su vez, diferentes intereses, tensiones, niveles de compromiso, lógica operativa, percepciones y expectativas.
Algunos stakeholders típicamente primarios son
Inversionistas (shareholders)
Empleados
Consumidores
Proveedores y socios estratégicos
Comunidades locales
Asimismo, algunos grupos típicamente secundarios son:
Gobierno y entes reguladores
Sociedad civil y ONG'
Sindicatos
Medios de comunicación
Mundo académico
Asociaciones gremiales
Competidores
Es necesario tener en cuenta que esta clasificación es genérica y, de ser aplicada a una empresa, se deben considerar las particularidades de cada negocio. También es preciso entender que los grupos de interés relevantes para una empresa no son estáticos en el tiempo, es decir, pueden variar según cambia la realidad de la misma. Por esto, la identificación de los stakeholders se debe hacer en función de la situación particular que esté viviendo la compañía
Por otro lado, hay que considerar que las expectativas de los diversos grupos de interés frente a la empresa son distintas. A partir de ello se debe estructurar un tratamiento diferenciado (Ver recuadro).
Para ordenar a los SH de alguna forma que permita su administración es útil realizar el "mapeo" de todos los grupos de interés organizándolos según el grado de interés e influencia (poder) que tienen en relación con la empresa, división o planta.
Si una empresa no le otorga la suficiente importancia y no dispone del tiempo necesario para la identificación de los stakeholders puede caer en el grave error de diseñar políticas y acciones de RSE que no respondan a las expectativas de los grupos de interés que le rodean. De ser así, habrá mucho trabajo perdido o que simplemente no dará frutos.
Introducir la Responsabilidad Social en la gestión de una empresa exige una visión diferente de los negocios. Quienes defienden esta visión, ven que los grupos de interés participan y aportan al proceso de creación de valor de la compañía: los clientes deben ayudar a mejorar nuestros productos y servicios; nuestros proveedores críticos conocen una parte de nuestro negocio mejor que nosotros, debemos oírlos; nuestros empleados no deben ser considerados como un factor de costo, sino fuente de conocimiento y mejora para la empresa.