* El primer show
El sol pegaba fuerte y Francisca Valenzuela aparecía puntualmente al mediodía de ese sábado 2 de abril de 2011, para un concierto que tuvo acento en Buen soldado, su último disco de entonces. Fue el primero de una larga lista de shows que han pasado por el festival, que en esta quinta versión sumará cerca de 300 presentaciones.
* Colapso en la Cúpula
Parte de las enseñanzas que dejó la primera versión fue que falló el cálculo para el escenario instalado en el Teatro La Cúpula. El recinto con capacidad para 2.000 personas no dio abasto para toda la gente que esperaba ver a Devendra Banhart, The Drums o Cat Power. Carabineros terminó por cerrar el lugar, hubo gente que no pudo ver a artistas que quería y quedó la lección para que la productora a futuro ocupara La Cúpula como un escenario destinado sólo a bandas emergentes.
* Parque limpio
El balance de la primera versión dejó algo poco común para nuestros eventos masivos: un real compromiso con la limpieza gracias a los cientos de voluntarios que trabajaron -y siguen trabajando-, en dejar el Parque O'Higgins lo más limpio posible después del evento.
* Validación internacional
A casi un año del terremoto y tsunami del 27F, The New York Times puso a Santiago dentro de los mejores lugares para visitar en 2011. Entre las razones estaba la primera versión de Lollapalooza y coincidentemente, varios de los factores que llevaron a Perry Farrell a traer el festival a estos lados: museos modernos, turismo creciente, desarrollo de hotelería y de restoranes. Luego el mismo diario mandó enviados especiales a cubrir el festival en el Parque O'Higgins amplificando el ruido internacional de Lollapalooza Chile.
* Venta en verde
Luego de una exitosa versión debut, la producción decidió probar un mecanismo usual para festivales internacionales pero nuevo para Chile: vender entradas en verde. Así, seis meses antes de la versión 2012, Lotus lanzó a la venta 5.000 boletos sin haber anunciado a los artistas que actuarían. La respuesta fue rotunda. Los tickets volaron en 20 minutos y de ahí en adelante se ha mantenido la costumbre de vender entradas "en verde". El sistema quedará a prueba en la versión 2016, dependiendo de la convocatoria que logre este Lollapalooza que en vez de apostar a nombres masivos en la primera línea del cartel, puso las fichas en la experiencia que ofrece el evento.
* 31 minutos en vivo
Uno de los grandes aciertos del festival fue visualizar a 31 Minutos como un buen número para el Kidzapalooza. El debut en vivo del colectivo fue lejos uno de los puntos más recordados de la edición 2012 y consagró el escenario como un lugar imperdible para grandes y chicos. De ahí en adelante, Tulio y sus muchachos salieron a tocar por Chile, pasando por el Festival de Viña, Olmué e incluso con shows en México.
* Chilenos en Chicago
Una de las promesas del desembarco en Chile del festival era la presencia de artistas locales en el evento madre en Chicago. Los primeros en cumplirlo fueron Los Bunkers, Chico Trujillo y Ana Tijoux en 2011. Al año siguiente el mismo Perry Farrell invitó a Los Jaivas para ser parte del festival original tras una gran presentación en la edición local. Astro con RVSB (2013) y Francisca Valenzuela (2014) fueron los siguientes representantes chilenos en el Grant Park de Chicago.
* Shows memorables
En el reducido apartado de bandas de convocatoria masiva que no habían debutado en Chile estaba Foo Fighters hasta que Lollapalooza logró traerlos en la segunda edición local. Dave Grohl llegó a protagonizar uno de los shows más memorables de la historia del festival. Cerca de tres horas de éxitos y comunión con el público en una de las postales destacadas, donde también entran las presentaciones de The Flaming Lips y Cypress Hill (2011), Arctic Monkeys y Skrillex (2012), Pearl Jam, Queens of the Stone Age y Alabama Shakes (2013) y Arcade Fire (2014).
* Impacto económico
Aparte del aporte cultural que ha significado Lollapalooza, el festival también inyecta dinero a la ciudad. En la última edición, el evento dejó 33 millones de dólares a Santiago, según un estudio realizado por Ipsos Media.
* Cara de nana
Durante el show que ofreció el año pasado en el festival, a Ana Tijoux intentaron insultarla diciéndole "cara de nana". Un episodio más triste para el que lo inició que para una artista de calidad indiscutida que este año nuevamente volverá al festival que la ha tenido en 2011 (Santiago y Chicago) y 2014.
* Convocatoria creciente
Año a año la convocatoria de Lollapalooza ha ido creciendo a tal punto de bordear el máximo que puede recibir el Parque O'Higgins. En la primera versión la suma de ambas jornadas cerró en 100 mil personas. Al año siguiente la cifra subió a 114 mil asistentes y en 2013, el público sumó 138 mil con el hito de registrar por primera vez entradas agotadas para la primera de las dos jornadas. El año pasado Lollapalooza Chile alcanzó el récord de 140 mil personas, consolidándolo como el festival más masivo de nuestro país. La convocatoria creciente será puesta a prueba en esta edición con headliners que dejan dudas sobre su convocatoria masiva.