WAZE es una aplicación gratuita para smartphones que nació en 2007 en Israel y que se ha convertido en una de las aplicaciones de tráfico y navegación más populares del mundo, con 47 millones de personas ejecutándola en teléfonos iPhone y Android. De ellos, 11 millones se encuentran en EE.UU., 10 millones en Europa, nueve millones en Latinoamérica y 2,5 millones en Asia.

Esto la convirtió en la empresa más apetecida por los gigantes de la tecnología de la información como Facebook, Apple y Google (las dos primeras intentaron comprarla el año pasado). Otro factor a su favor es su modelo de funcionamiento, que consiste en que sus usuarios comparten voluntariamente información del tráfico y de las calles en tiempo real, así como también porque las rutas de sus mapas son refinadas por un monitoreo constante del trayecto de los vehículos en vez de chequeos ocasionales y voluntarios por parte de los usuarios.

Es decir, se podría imaginar a Waze como Google Maps, pero con la enorme diferencia de que cada uno de los usuarios del mapa le informaría a los demás sobre el estado de la vía, si hay un accidente, si la policía está fiscalizando, si hay un taco, cuál es el precio de la bencina en las gasolineras cercanas, etcétera. Además, Waze estimula la participación de sus usuarios en la mejora de sus mapas, pues cualquiera puede advertir si hay algún error, desvío en el camino o realizar sugerencias. Tanto así que la empresa tiene un término para los usuarios más intensivos del servicio y que prestan la mayor colaboración: champs (campeones).

La empresa anunció oficialmente este martes que fue adquirida por Google en una suma no revelada, pero que se estima que superó fácilmente los US$ 1.000 millones, pues es la cifra que puso sobre la mesa Facebook cuando Waze se negó a ser adquirida por la red social en 2012.

Hay que aclarar, para quienes temen que tras la compra Waze se llene de publicidad invasiva, que esto ya ocurre y habría ocurrido de todos modos aunque hubiera sido comprada por otra empresa. Las startups tipo Waze o WhatsApp no tienen un plan de negocios realmente sustentable en el tiempo, por lo que su mantención se basa en que siempre hay interesados en invertir dinero fresco en estas empresas debido a su masiva base de clientes, esperando el día que se venda al mejor postor entre los gigantes de las tecnologías de la información.

Los planes de Google con Waze

Cuando Google informó en su blog oficial que adquirió Waze, el vicepresidente de productos geolocalizados de Google, Brian McClendon, afirmó que el equipo de desarrollo de productos de Waze seguirá funcionando por separado en Israel y que estaban "muy entusiasmados respecto a mejorar Google Maps con algunas de las funciones de actualización de congestión vehicular de Waze".

A través de Waze se podrían implementar funciones que Google no tiene en todos los países del mundo, así como otras opciones nuevas como, por ejemplo, las advertencias que entregan los usuarios de Waze respecto a eventos en un trayecto, lo que en caso de ser habilitados convertiría a Google Maps en una de las herramientas más poderosas para ayudarles a los conductores, peatones y ciclistas a recorrer la ciudad en su vida diaria (de hecho, no es arriesgado augurar que Google implementaría ciertas funcionalidades de Waze destinadas a los ciclistas).

¿Por qué Google gastó US$ 1.000 millones

Hay varios argumentos para justificar la compra a tan alto precio de una pequeña compañía israelita con 100 empleados. Además de todos los beneficios ya comentados para Google Maps, uno de los motivos más poderosos para justificar la compra se refiere a que así la compañía de Mountain View impide que otros gigantes de Silicon Valley -como Facebook y Apple accedan a los detallados mapas de Waze, que son incesantemente corregidos por los propios usuarios.

Tras el desastre que significó para Apple el reemplazo de los mapas de Google por sus propios mapas, la empresa fundada por Steve Jobs recurrió a Waze para corregir todas las falencias en los mapas del popular iPhone, por lo que cabe suponer que ahora deberá asociarse a otros servicios -o comprarlos- para refinar sus criticados planos.

Sin embargo, esto no sería un motivo suficiente para justificar la compra. Lo más probable es que el fin de Google sea acceder a la cuantiosa información que sus usuarios le entregan a Waze para su correcto funcionamiento. Para darse cuenta de esto, basta dirigirse a los términos de servicio de la empresa, la que afirma que "Waze recolecta tu ubicación e información de la ruta, y usa esa información para proveer sus servicios. Waze puede emplear posteriormente su ubicación e información de la ruta para entregar información de servicios, tiendas, y otros lugares y atracciones cercanas".

Al considerar que Google en el fondo es una gran empresa de publicidad, al comprar Waze le permitiría acceder a la localización de millones de usuarios en todo el mundo, pero por sobre todo, también tendría acceso a la información de todos sus trayectos diarios, algo que sin duda le permitiría ofrecer publicidad localizada con un nivel enorme de efectividad. ¿Un ejemplo? Una tienda podría comprar publicidad en Google para ofrecerles sus productos y servicios directamente a las personas que pasan cotidianamente frente al local.