El ingeniero comercial Rafael Garay Pita y Alberto Chang, quien fuera el máximo representante del Grupo Arcano, son parte de los 66 chilenos sobre los que pesa una notificación roja de Interpol, a raíz de una causa judicial tramitada por los tribunales chilenos.
Esto se traduce, en la práctica, que en los 190 países donde existe una oficina de esta policía internacional hay una alerta de que estas personas tienen la calidad de prófugos y que cualquier dato sobre su paradero debe ser informado a Interpol Santiago, que depende de la PDI.
En los últimos días, los policías chilenos han tenido una fluida comunicación con su par en Bucarest, la capital de Rumania. Los contactos se basan en que en este país de Europa del Este se encuentra Rafael Garay, quien es investigado por apropiarse de los ahorros de 36 personas que confiaron su dinero a la empresa de inversión Think & Co, de propiedad del ingeniero comercial.
Por estrategia, Interpol Santiago no publica en el sitio web del organismo los datos ni fotografías de los chilenos encargados por tribunales connacionales. Esto, para contar con el "factor sorpresa" y tener más posibilidades de lograr su captura. No obstante, trascendió que, además de Garay y Chang, existen otras dos personas que están siendo requeridas por delitos económicos. Uno de estos es el empresario G.L.W., de 73 años, quien entre los años 2010 y 2011 tuvo una empresa de turismo. Durante este tiempo se dedicó a vender paquetes para viajes y luego desapareció, sin cumplir con los contratos.
El cuarto chileno que tiene difusión roja es una mujer de 29 años, buscada porque se dedicó a girar cheques adulterados en 2011, en Antofagasta, II Región.
Estos cuatro casos no son los únicos que ha enfrentado Interpol en materia de delitos económicos. El 28 de mayo pasado se concretó la extradición, desde España, de Alejandro Bermúdez. El imputado era buscado por su presunta participación en una estafa piramidal, en que el monto defraudado sería cercano a los $ 1.500 millones.
"Nadie desaparece"
Pueden pasar años, pero ninguna persona es capaz de desaparecer al 100%. Esa es la política de Interpol, donde sí reconocen que hay personas más hábiles, que logran pasar más tiempo evadiendo la justicia. El subprefecto de la PDI Ricardo Quiroz, jefe de Interpol Santiago, señala que los prófugos "en algún momento, por necesidad, por enfermedad o por cualquier otro motivo, necesitan dejar algún rastro".
¿Y cómo se llega esta pista? El detective explica que "las investigaciones, en general, se basan en conocer a la persona de manera integral. Si tiene o no familiares en el extranjero, podría ser una pista. Si no los tiene, uno puede hacer una exploración a través de redes sociales. También indagamos qué país visitó cuando salió de Chile. Nosotros podemos hacer una suerte de trazado de ruta: por ejemplo, si tenemos entendido que una persona salió a Brasil, nosotros podemos preguntarle a ese país si ingresó a su territorio, pero también podremos saber si salió de ahí y cuál fue su destino".
Otro aspecto que consideran estas indagaciones es que "esa persona necesita dinero para vivir. Si se fue de Chile de manera irregular, no va a poder ejercer un empleo. Por lo tanto, hay muchas formas en las que nosotros podemos orientar la búsqueda en el extranjero", señala Quiroz, quien agrega que "conocer al prófugo también significa saber si padece de alguna enfermedad, si toma algún medicamento, y si éste es de uso común o específico. Además, hay personas que han necesitado realizarse tratamientos médicos, como por ejemplo diálisis. Por lo tanto, ahí podríamos hacer un encargo específico en centros médicos. Las posibilidades son amplias".
Sin embargo, lograr dar con la ubicación del fugitivo que tiene notificación roja no siempre conlleva a la detención inmediata. Desde Interpol indican que junto con esta alerta debe ir la intención de iniciar un proceso de extradición. Cuando este paso se concreta, y se inicia una causa en el país donde el prófugo fue detectado, se podría optar a la captura.
Además de los siete tipos de notificación que actualmente están vigentes (ver recuadro), en noviembre se podría añadir la plateada, que regirá sólo para los hechos relacionados a delitos económicos. Esta necesidad se basa en que este tipo de ilícito traspasa con cada vez mayor frecuencia las fronteras. A fin de año, en la asamblea nacional de Interpol se decidirá el ingreso de este tipo de difusión al catálogo.
Antonio Segovia, jefe de la Unidad de Cooperación Internacional y Extradiciones (Uciex) de la Fiscalía Nacional, señaló que "el Ministerio Público es el que, dependiendo la investigación, le solicita a Interpol subir las notificaciones en el sistema para hacer efectiva la búsqueda".
En tanto, desde la Cancillería explicaron que "para requerir la extradición de cualquier persona es indispensable que previamente se le esté investigando y se le haya formalizado por la comisión de algún delito, que tuviere señalado en la ley una pena privativa de libertad que excediere en un año. En tal caso, correspondería que el Ministerio Público solicite al juez de garantía que eleve los antecedentes a la Corte de Apelaciones, a fin de que dicho tribunal, si estimare procedente, solicite la extradición del imputado".
Añadieron que existen dos tipos de extradiciones: una para cuando la persona está siendo investigada, y otra cuando ya fue condenada y se le busca para que comience a cumplir la pena.