LAS AGENCIAS de viajes están entrenadas. Uno les pregunta por destinos para el verano y lanzan en un largo y automático discurso los lugares "de siempre", los que más se venden y, por lo tanto, los que más les importan: Orlando-Miami, Brasil, Lima, Cancún, Punta Cana. ¿Y destinos diferentes? Ahí se toman un minuto para pensarlo, porque en la frenética venta de vacaciones, son muy pocos los que se atreven con algo nuevo.

La mayoría no lo hace sólo por simple desconocimiento, otros porque en algunos casos los precios son más altos. Sin embargo, viajar a un destino donde no se encontrará con un chileno cada 100 metros tiene su encanto. Playas más exclusivas o lugares naturales simplemente sorprendentes que, además, no se encuentran en una dirección lejana, sino a unas pocas horas en avión.

Por supuesto, las agencias sí venden estos destinos y, luego de un momento, empiezan a recordarlos. A veces, no hay un paquete de viajes listo para comprar o, si existe, no incluye el pasaje en avión. Sea cual sea el caso, si está buscando un verano diferente o si el destino que tenía pensado ya está todo vendido o si quizás ya tuvo la suerte de ir a esos destinos por los que los chilenos hacen cola, estas opciones claramente le interesarán.

El chileno promedio se imagina un verano con playa. Ojalá una playita de aguas tibias, color turquesa, y arena blanca, ese sería el ideal. Ahí es cuando el Caribe toma fuerza: Cancún, en México; Punta Cana, en República Dominicana; San Andrés, en Colombia, y Cuba, con La Habana y Varadero, son siempre las primeras opciones. Pero considere este dato: el Caribe se conforma de 13 países y una cantidad casi incontable de islas y cayos.

En ese contexto, dos islas que vale la pena destacar son Aruba y Jamaica, que desde hace algunos meses tienen vuelos directos vía Panamá, a través de Copa o Bogotá, vía Avianca (antes había que pasar por Miami con la respectiva necesidad de sacar visa a Estados Unidos), como explica Susana Tolmo, de Viajes Falabella. Respecto a Aruba destaca su seguridad: "el 100% de la gente está trabajando, simplemente no hay delincuencia", y sobre Jamaica la posibilidad de mezclar un verano "todo incluido" con la cultura del reggae.

Con paquetes de siete días desde los US$ 1.879 por persona, Aruba es una de las islas más populares y cotizadas del Caribe. Colonia holandesa, su capital, Oranjestad, se caracteriza por su colorida arquitectura angloantillana. Evidentemente, su gran atractivo son las playas, como Palm Beach (la más visitada por los turistas), Baby Beach o Manchebo Beach (muy apetecida por los surfistas). En Aruba es popular el buceo a barcos naufragados, los paseos por cuevas naturales, visitas históricas a los antiguos molinos de oro o el Fuerte Zoutman, y por supuesto la buena mesa que mezcla productos del mar con delikatessen holandesas. Famoso es el plato llamado Keshi Yena, que tiene mariscos y mucho queso encima.

Jamaica, por su parte, mezcla la cultura de all inclusive y el servicio a la playa con la del reggae y los rastafaris. Mientras que Montego Bay, de arquitectura colonial, está llena de hoteles todo incluido, bares, clubes nocturnos y canchas de golf, en su capital, Kingston, está el museo de Bob Marley y la posibilidad de conectarse con la real vida jamaicana. Entre medio hay lugares como Port Antonio, donde están las Reach Falls, una de las cascadas más fotografiadas del Caribe, y la Laguna Azul, donde se filmaron algunas escenas de la película homónima. Los precios comienzan en los US$ 672 las ocho noches (sin pasajes de avión).

Otra opción es mezclar destinos clásicos como Orlando (es decir, Disney y Universal) con islas más exóticas como las Bahamas. Constituida por más de 700 islas, cayos e islotes en pleno Océano Atlántico, Bahamas posee el tercer mayor arrecife de coral del mundo, siendo un gran destino para bucear. Y no sólo se pueden ver arrecifes, sino que se puede bucear con tiburones y mantarrayas. A esto hay que sumarle los casinos, el golf y la exención tributaria que permite comprar ciertos productos como perfumes, joyas, relojes y cámaras fotográficas, llegando a costar del 25% al 50% más barato que en Estados Unidos, para hacer el destino perfecto. Un paquete a Bahamas por cinco días puede costar desde los US$ 835, sin pasaje, y puede alcanzar los US$ 3.000 con pasajes y conectando con Orlando.

Pensando que muchos de estos destinos pasan por Panamá, el clásico paseo de compras que se hace por Ciudad de Panamá se puede combinar con una visita a Bocas del Toro, como sugiere Ana María White, gerenta comercial de despegar.com. Dice que es "sobre todo un destino para jóvenes". Para llegar ahí hay que cruzar a la isla Colón, la que ofrece, además de buenas playas para surf y buceo, observación de tortugas marinas y visitas a comunidades indígenas. Por su originalidad, no hay paquetes a Bocas del Toro y se debe cotizar directamente.

Y si se trata de playas emergentes entre los chilenos, una gran opción es Punta Centinela, en Ecuador. Ubicada en la provincia de Santa Elena, está muy cerca de la más popular Montañita, pero tiene una infraestructura hotelera mucho más desarrollada. Es un lugar ideal para simplemente tirarse en la arena a leer un libro y, lo mejor, es que tiene un clima seco, no como las húmedas playas del Caribe.

Finalmente, y para quienes se hicieron fanáticos de República Dominicana gracias a Punta Cana, están Samaná y Puerto Plata que, según la gerenta de marketing de Cocha, Marcela Ventura, destacan por "tener playas más vírgenes, más pueblos y menos resorts", lo que por supuesto permite una experiencia mucho más "a la medida".

Samaná se ubica al noroeste, en la península del mismo nombre, y es famosa por la observación de ballenas jorobadas y sus numerosas playas. También en el norte, pero hacia el este, está Puerto Plata, que también está plagado de esas playas desiertas y de arena blanca, pero que además posee una zona histórica con casas victorianas, un teleférico en la montaña Isabel de Torres, el Ocean World, el delfinario más grande del Caribe, y para los fanáticos de lo outdoor están las Cascadas de Damajuana, que contienen 28 saltos, pequeñas cascadas, con una profundidad promedio de siete metros cada una. Un programa de ocho días a Puerto Plata está alrededor de los US$ 1.122 p.p.

Cada vez más chilenos buscan destinos de naturaleza donde puedan hacer trekking, fotografiar aves y fauna y quedar bien embarrados. En Chile hay varios para escoger, pero si quiere ir un poco, sólo un poco más lejos, Ecuador y Perú tienen la increíble selva amazónica, la que Lorena Burgos, jefa de producto de Expan Tours, propone recorrer a través de cruceros de lujo.

El crucero Anakonda (en la foto), de tres pisos, navega los ríos del Amazonas ecuatoriano, que alberga 1.600 especies de aves, 415 de anfibios y 35.000 de orquídeas, entre algunas de sus impactantes cifras. El viaje contempla visitar el Parque Nacional Ysuní, el más grande del Ecuador y Reserva Mundial de la Biosfera, la Reserva Faunística del Cuyabeno, que tiene gran variedad de reptiles como anacondas, caimanes y tortugas de río, y la Reserva Biológica de Limoncocha. Otras especies que se encuentran en el Amazonas ecuatoriano son el popular tapir y el delfín rosado de río. El paquete de cinco días en el crucero Anakonda tiene un valor de US$ 2.078, sin pasajes.

Por otra parte, para quienes quieren conocer Lima, pero conseguir "algo más", el crucero Aqua combina una experiencia gourmet en la capital de Perú con una navegación por la Amazonía peruana, visitando la reserva ecológica Pacaya Samiria. El viaje contempla safaris nocturnos y la posibilidad de fotografiar animales representativos del Amazonas, como el oso perezoso o pelejo. Todo en esto en una embarcación de lujo, con todas las comodidades.

Un poco más lejos, en Costa Rica, la provincia de Guanacaste tiene el volcán Arenal y la playa Manuel Antonio como sus mayores atractivos turísticos. Es un destino ideal para el amante de la naturaleza, pero que necesita su dosis de playa. Con mucha selva, ascensiones a volcanes y las famosas tortugueras, sectores de la playa donde las tortugas forman nidos para colocar sus huevos, hay mucho por recorrer. Los programas comienzan en los US$ 974, sin pasajes.

Evidentemente, estas son sólo algunas de las numerosas posibilidades que encontrará si se decide a "salir de lo típico". Hay muchas más: Australia y Nueva Zelanda para los que estén decididos a pasar el verano en "verano", el esquí en Estados Unidos o incluso convenientes ofertas a Europa, para los valientes que deseen viajar al invierno del hemisferio norte. La propuesta es abrir las opciones, "vitrinear" harto y atreverse.