A través de pruebas genéticas, un equipo internacional de investigadores aseguró que los porotos (o frijoles, como se conocen en otras partes) se originaron en Mesoamérica y no en los Andes, como sostenían algunos científicos. El frijol común o Phaseolus vulgaris L., también conocido como habichuela, alubia y caraota, fue cultivado independientemente en los Andes (Perú y Ecuador) y en México.