En algunas partes de Reino Unido, los pubs, esos bares que encarnan como pocas otras instituciones la cultura del país, están en un vertiginoso declive. Aunque parezcan anticuados ahora, los anuncios publicitarios a fines de la década de 1960 que exhortaban a las parejas a ir al bar local capturan un momento crucial en la cultura británica de la bebida. El pub local, un bastión tradicional de la vida dominada por los varones de la clase trabajadora, debía adaptarse a los tiempos. 40 años después, sigue siendo una característica de la vida británica, pero hay partes del país donde están muriendo. No es novedad que se han cerrado pubs a un ritmo rápido en los últimos años. Se ha culpado a una combinación de la prohibición de fumar, alcohol barato en supermercados y la crisis económica por dejar a muchos taberneros luchando por continuar. Según los analistas del comercio de bebidas de la CGA, ha habido más cierres en la ciudad de Blackburn, región de Lancashire (norte de Inglaterra), que en otros lugares de Reino Unido. En 2012, casi 20% de los locales con licencia -28 pubs en total- sirvieron sus últimas órdenes. La historia es similar en el noroeste de Inglaterra: Bolton, Oldham y Preston están entre las diez ciudades con mayor porcentaje de clausuras. En otras más pequeñas, como Ossett, en Yorkshire, 22% desaparecieron el año pasado. Greenhithe, en Kent, y Chigwell, en Essex (ambos lugares, en el sur del país), han perdido más de la mitad entre 2007 y 2012.

Las cifras no sorprenden a Geoff Sutcliffe, dueño del pub The Rising Sun de Blackburn, uno de los pocos fuera del centro de la ciudad que no ha cerrado o ha sido convertido en departamentos, tiendas o restaurantes. "En nuestra época, nuestros padres nos llevaban cuando cumplíamos 18 años y nos compraban nuestro primer trago. Era parte de nuestra vida cotidiana. Los pubs luchan ahora porque los jóvenes salen una o dos veces el fin de semana y gastan una considerable suma de dinero, pero el resto de la semana no". "Yo diría que en unos 20 años terminaremos como en Europa, con bares estilo cafés y así sobreviviremos. El pub local desaparecerá con esta generación", agregó. No todos son tan pesimistas. En otra parte de la misma ciudad, Carol Davies trata de mantenerse a flote con un programa de concursos y entretenimiento en el Clifton Arms.

De lejos, el mayor problema, según los taberneros y clientes en Blackburn, es lo barato que resulta comprar alcohol en los supermercados. ¿Qué ocurre entonces con todos estos pubs abandonados cuando han servido su última cerveza? Ciudades como Blackburn, con grandes poblaciones musulmanas, han convertido algunos en centros islámicos o mezquitas. Pero no todo está perdido. El negocio recibió un inesperado impulso en el presupuesto de este año, cuando el ministro de Hacienda, George Osborne, redujo el impuesto sobre la cerveza. Fue una victoria para la Campaña por la Verdadera Cerveza Ale, una organización que busca promover la fabricación y consumo de cerveza tradicional británica, que inmediatamente designó a abril como el "Mes de los Pubs de la Comunidad" y pidió cambios a las leyes de planificación y otras reformas para proteger a los pubs.

Los cierres de pubs han bajado de 52 semanales en 2008 a 18 en el último trimestre del año pasado, según CGA. Jon Collins, presidente ejecutivo de CGA, aún espera que cierren otros 5 mil pubs de aquí a 2018, pero dice que hay indicios del surgimiento de un nuevo tipo de local. Estos son bares de vecindarios que se mantienen abiertos hasta tarde los fines de semana, con discjockeys y comida, atrayendo un público más joven, que sale una o dos veces a la semana.