La casi nula posibilidad de crecer en los saturados mercados de Estados Unidos o Europa ha hecho que los fabricantes de autos enfoquen sus esfuerzos en economías en desarrollo, donde todavía hay espacio para seguir sumando puntos de market share, como es el caso de Latinoamérica, China, Rusia e India, entre otros.
Las preferencias especiales de estos consumidores han hecho que se desate una verdadera guerra en el competitivo segmento de los sedanes, más específicamente, en los de bajo costo, donde prácticamente todos los constructores europeos ya cuentan con un representante.
Esta semana se sumaron a la batalla dos nuevos competidores, el checo Skoda Rapid, adelantado por el conceptual MissionL en el pasado Salón de Frankfurt; y el Citroën C-Elysée, hermano del recién presentado Peugeot 301.
Construido sobre la plataforma del Volkswagen Polo y el Skoda Fabia, el Rapid mide 4,48 metros de largo y 1,7 metro de ancho, y se situará por debajo del Octavia. Además de destacarse por su dinámico y moderno diseño, su fuerte se encontrará en la relación precio equipamiento, pues se espera que las versiones de entrada ya cuenten con altos estándares de seguridad y equipamiento de confort.
Por su parte el sedán compacto de Citroën, construido sobre la plataforma del Peugeot 208, utiliza varios de los elementos vistos en su hermano 301, a excepción de los detalles de la imagen de la marca aplicados en el frontal, zaga, y diseño de los juegos ópticos.
Se fabricará en la planta española de Vigo, al igual que su hermano de la casa del león y ya se adelantó que su gama de motores será bastante variada, partiendo por un bloque bencinero de 1,4 litro que puede entregar 72 o 115 caballos, además de un diésel de 92 Hp.
A diferencia de sus otros competidores, este sí estará disponible en el Viejo Continente, y al igual que sus otros rivales, se espera que sea presentado oficialmente en el próximo Salón de París en septiembre, e inicie su venta hacia fines de año, dando inicio a la guerra de los sedanes compactos.