PARA algunos, como el economista Raghuram Rajan, la desigualdad es una de las causas de la crisis financiera de 2008-09: tras aumentar fuertemente en las últimas décadas en EE.UU., la forma de paliarla fue aligerar las condiciones para acceder al crédito hipotecario. Eso contribuyó a la formación de la burbuja inmobiliaria que casi causó el colapso del sistema financiero global.

Algo no muy distinto advierte el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz en su libro El precio de la desigualdad: cómo la sociedad dividida de hoy pone en riesgo nuestro futuro. En EE.UU. la desigualdad se resume en que el 1% de la población controla el 40% de la riqueza.

Desde esa premisa, "Stigliz analiza cómo las crisis económicas de los últimos años han acentuado las inequidades dentro de la sociedad, realizando de paso una provocadora crítica a las teorías del neoliberalismo que, a su juicio, sustentan esta problemática", dice Luis Eguiguren, socio fundador de la corredora de Bolsa Fynsa y quien recomienda su lectura.

"El libro argumenta que estos sistemas han sido los promotores de la desigualdad, la que estaría repercutiendo no sólo a nivel económico y social, sino que también democrático", agrega Eguiguren.

Según Stiglitz, ex economista jefe del Banco Mundial y hoy académico en Columbia, la sociedad actual estaría priorizando el beneficio propio por sobre el bien común, creando un sistema que finalmente vela por los intereses de una minoría, explica Eguiguren.

"Stigliz plantea que fuerzas económicas, políticas y sociales están detrás de este problema, como la libertad del mercado y acciones de los gobiernos que, a su juicio, han sido decisivas para provocar las brechas".

"Ese camino", agrega, "nos dirigirá a una sociedad más dividida y hacia una economía menos productiva, según Stigliz, o que dificultará el poder llegar a los consensos necesarios en áreas tan importantes como las inversiones, la infraestructura, la tecnología, la educación y la salud".

Así, también, el autor entrega una serie de recetas que van desde reformas macroeconómicas, a los sectores financiero y judicial, entre otras, que, "siendo no infalibles, pueden ayudar a equilibrar las distorsiones, creando una sociedad más justa y una economía más sólida", dice el ejecutivo.

"Las ideas del libro pueden o no representarnos, pero nos presenta en forma cruda el problema de la desigualdad que enfrentamos actualmente como sociedad, y la interrogante sobre cómo podemos hacer de nuestro sistema uno más equitativo y mejor distribuido, que entregue igualdad de oportunidades para todos. Es una lectura pertinente en medio del descontento generalizado que vemos hoy y que expone los temas complejos por lo que atraviesa nuestra economía", señala Eguiguren.