Rescato de Don Genaro que era consecuente. Mi personaje en Los 80 creía a pies firmes que Pinochet era un buen presidente. El creía, cree, que el gobierno militar fue bueno. Cuando uno cree en algo y lo defiende, es respetable. Toda persona que cree en algo, yo la respeto, porque cree. No por conveniencia, si es masón, es masón. Es bonito cuando una persona lucha por lo que cree.
Me enfermé de amor. Soy casado con una sola mujer hace 48 años. Enamorado hasta las patas, pero enamorado. Ni por conveniencia, ni por nada. Le sigo regalando rosas a mi mujer. Creo que uno tiene el deber de atender a la dama. Con mi señora hacemos planes, ella tiene doble nacionalidad con Italia. Tiene familia allá. Nunca nos hicimos el tiempo para ir. Yo haría lo que mi señora quiera. Si quiere ir a Punta Arenas, a Punta Arenas; si quiere ir a Trieste, donde vive su familia, vamos para allá.
Mi padre era como John Wayne. Hombre que pisa fuerte, que mandaba, alto, macizo, sin ser gordo. Cuando había que parar los carros, los paraba. Era comerciante, vendía cecinas, carnes. Era un hombre bueno, pero con voz de mando, inteligente, se hacía respetar. Si saqué algo, fue muy poco o yo ambicionaba más o lo idealicé mucho. Tenía seis años cuando murió.
Este es mi último año de trabajo. Debo parar y pasear. Tengo 84 años y sigo trabajando, es lo que digo siempre.
Cuando salga me gustaría ir a China, pero no como turista. Ir a trabajar a China. Es una tontera, pero quiero vivir la experiencia de llegar a un país en que no sabes pedir nada. El no saber qué hacer y cuando tú estás así, el ingenio florece. Te las arreglas de alguna manera. Me encanta la sobrevivencia. Todo me bajó de una vez que leí a un dramaturgo que fue a dirigir a China y él relata en un libro que lo único que escuchaba en China eran murmullos. En todas partes, murmullo. ¿Qué es lo que hago yo en un país como ese donde no entiendo nada? ¿Qué es lo que haría yo en ese caso? Me gustan los desafíos.
Lo normal es hombre y mujer. Lo demás es anormal. No es justo. Si yo hubiera tenido un hijo homosexual lo habría aceptado. No me quedaba otra. Lo cuidaría y sufriría, no me gustaría que nadie lo ofendiera. En un tiempo más va a ser tan normal, los homosexuales van a estar allí, se van a casar ahí, se van a besar ahí. Han existido siempre, pero ahora hacen aspavientos, lo que no me gusta. Son muy notorios. Pero qué le vas a hacer.
Lo malo de Bachelet es la gente que la acompaña. Ella me gusta, porque es inteligente. Tiene muchos puntos de contacto, porque estuvo presa, sufrió, le mataron al padre. Me identifico. Pero me cargan todos los ministros, no son capaces. Son bienintencionados, pero no tienen la inteligencia como para mejorar un país. En educación no se ha sacado nada y en los hospitales no pasa nada. Son ineptos, es lo mismo que en un taller de mecánica y en vez de contratar mecánicos buenos contratan al compañero. Alexis Sánchez no saca nada con ser un buen jugador si los demás son burros.
El Partido Comunista perdió la mística. Sigo siendo comunista, pero no milito. Perdió la honradez, el poder de lucha, el jugar, el llegar arriba y no cambiar. Si no robamos nosotros, van a robar ellos, esa es la mentalidad. Dejé de militar porque creo que falta la Gladys Marín, los Corvalán. Para mí, la Camila Vallejo es la nueva Gladys Marín. Además, es hija de un actor. Si es como el papá no va a cambiar, va a ser una Gladys Marín nueva.
Las Fuerzas Armadas siempre han sido iguales. Tú te metes en las FF.AA. y te conviertes en un bruto. Que hay gente valiosa, hay, pero son los menos. Ellos son los cafiches con armas. Si les parece algo mal, sacan las armas y nos toman a todos manos arriba, matando, matando. Yo vi eso. Iba por la calle y ¡pum! ¡pum! Estuve con amigos que fueron militares y que lloraban frente a mí diciendo: "oye, yo lo maté y no tenía por qué haberlo matado, y lo maté". Lloraban. Había órdenes mayores: matar, torturar.
En Chile no tenemos buenos actores en general. La calidad es más o menos. De donde salen los actores buenos, los profesionales buenos, en general, es de la clase media para abajo. Alexis Sánchez apenas sabe leer, pero tiene talento. Es un lujo. Ahora los de arriba, ¿por qué no lo tienen? Castigo de Dios quizás. Generalmente, porque no tienen experiencia, no tienen hambre nunca, si tienen un poquito abren el refrigerador, quesillo, esto, lo otro. No tienen necesidades. Cuando uno tiene hambre, cuando uno ha estado preso, cuando lo han torturado, cuando lo han llevado preso por curado, qué sé yo, tú conoces todo eso. El rico no pasa por eso. Ellos lo tienen todo. En este momento nosotros seguimos siendo los inquilinos, ellos son los patrones. El dueño de fundo.
Hace 30 años que no me corto el bigote. Estoy cabreado con el bigote ya. En televisión me lo cortan, porque se tiene que mantener el mismo bigote. Ellos mandan en la cara de uno, en el peinado. Pero apenas termine esta teleserie me voy a sacar el bigote, voy a parecer viejo.
No me casaría con una cuica. Rescato muy poco de ellas. Cuicas, cuicas, cuicas, cuicas, hay muy pocas en Chile. Pero cuicas, cuicas, cuicas, es otra cosa. Tengo amigos cuicos. De alma. Son fantásticos. Es que son educados enteros. El verdadero cuico es gente decente, muy agradable. Son encantadores, pero el otro, el seudocuico, es terrible, se da mucha importancia.