"Los precios que enfrentarían los consumidores, particularmente chilenos, serían superiores a los que se observarían en mercados competitivos, como el doméstico americano", dice Manuel Cruzat Valdés, empresario y economista, sobre la fusión entre Lan y Tam. Su hermano Gonzalo, abogado, representa a Conadecus en el juicio en el Tribunal de la Libre Competencia (TDLC).
Opositor a la operación -también rechazó en el 2007 la fusión entre D&S y Falabella-, el ingeniero comercial de la UC y MBA de Chicago escribió en su blog que la fusión "iría sólo en beneficio de los patrimonios de las compañías involucradas y los consumidores chilenos quedarían en una peor posición".
Cruzat también refutó un estudio elaborado por el economista Alexander Galetovic, que concluyó que "por distancia volada, los yields (ingreso obtenido por cada pasajero-kilómetro transportado) que se cobran (...) en los EE.UU. son, a lo menos, 35% más altos que los yields que cobra Lan en Chile".
Según Cruzat, este análisis no compara los mismos parámetros, ya que, en el caso del mercado estadounidense, consideró una variable que hace aparecer abultadas las tarifas, lo que provoca que el cobro por pasajero- kilómetro suba artificialmente. "Una manera bastante particular de ser más competitiva", ironizó.
Cruzat explica que ya que existe un costo fijo por vuelo -por despegues y aterrizajes- y un valor variable ligado al combustible y desgaste por avión, el cobro por pasajero-kilómetro es más alto a menor distancia recorrida y más bajo a mayor distancia. Con datos de 2008, Cruzat concluye que el yield doméstico de Lan habría sido 14% más caro que el de EE.UU. y 63% más caro que la tarifa equivalente americana para iguales distancias. "No solamente Lan sería más cara, corregida la tarifa por distancia, a nivel doméstico, sino también a nivel internacional, donde las participaciones de Lan y sus acuerdos de código compartido serían determinantes", dice Cruzat.
El economista afirma que hoy Lan "utiliza prácticas predatorias, se colude con terceros y no permite una saludable exposición de sus tarifas para su continua evaluación respecto de mercados competitivos". A su juicio, todo esto ha ocurrido en un escenario sin fusión y con una institucionalidad de competencia que "no ha sido suficiente para generar un mercado competitivo en la industria aérea".
También acusa que al unirse Lan y Tam se consolidaría una red "difícilmente desafiable" en Latinoamérica.