La polémica por la ausencia de controles antidoping en el repechaje ante Australia, a fines de 1993, que clasificó a Argentina al Mundial de EEUU '94, volvió a crecer luego que Diego Maradona señalara que el jefe del fútbol argentino, Julio Grondona, los autorizó a "usar la sustancia" que quisieran antes de aquel partido. "Una semana antes nos enteramos de que podíamos usar la sustancia que quisiéramos porque no había doping, dicho por Grondona cuando nos reunió a todos en el vestuario", declaró Maradona ayer a radio Metro de Buenos Aires.

El "Pelusa" aseveró que el objetivo de sus declaraciones es exponer públicamente "la mafia de Grondona al decirnos cinco días antes de que no había doping".

Maradona aseguró además que el entonces entrenador, Alfio Basile, tuvo conocimiento de esta situación, sin embargo, el entrenador negó todo. "No hubo nunca nada raro conmigo, es una pelotudez", expresó.

Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), reveló en una reciente entrevista que evitó que hubiera controles antidoping para el repechaje al Mundial de 1994 ante Australia para proteger a los jugadores.