Señor director:
Con frases como “the brand is not just a decoration, it’s a tool” (la marca no es sólo decorativa, es una herramienta), se iniciaba el lanzamiento de la marca Perú en Wall Street hace algunos años. Lamentablemente, esto no ha sucedido en Santiago. Y no me refiero a la estética de los logos presentados, sino al procedimiento que se ha realizado para elegir la marca gráfica que representará a la capital de Chile en concurso público.
Al principio se realiza una amplia convocatoria a las empresas de diseño respecto de sus credenciales, lo que me parece correcto. Luego se seleccionan 10 de las empresas que postularon, que enviaron 20 propuestas, de las que se debían elegir tres, según bases. Estas se someterían a votación.
El problema es que de las 20 marcas presentadas sólo se eligieron dos, de las cuales una es idéntica a otra ya existente, lo que genera que el procedimiento pierda su valor original. Empresas y organizaciones que participamos aceptamos este sistema, a pesar de haber manifestado observaciones en el sentido antes dicho.
Tenemos el talento para construir una ciudad destacada por los medios del mundo, respecto de sus barrios, su economía, seguridad y cordillera, por mencionar algunos atributos que se constituyen en el mejor sumario para definir la propuesta de valor de Santiago.
Pero hoy debemos votar por una marca, cual plebiscito, negando a la ciudadanía conocer las demás propuestas (al menos tres, que es lo que indicaban las bases del concurso), lo que nos obliga a aceptar el inicio de un largo y costoso proceso de posicionamiento y construcción de marca, con un muy mal puntapié inicial.
Rodrigo Edwards
Gerente general Edwards Asociados