La Conferencia Intersindical de Trabajadores convocó ayer a una marcha, la cual no estaba autorizada, para exigir que se esclarezca la muerte del presidente del sindicato número uno de la empresa contratista Azeta, Juan Pablo Jiménez, quien falleció el jueves 21 de febrero en su lugar de trabajo producto de un disparo en la cabeza. La caminata comenzó a las 19.00 de ayer en Plaza de Armas y avanzó con destino a la sede de la Confederación de Trabajadores Metalúrgicos, ubicada en la intersección de Alonso Ovalle con Santa Rosa, colindante a Chilectra. Ahí se produjeron barricadas y desórdenes, por lo que Fuerzas Especiales de Carabineros dispersó a los manifestantes con carros lanzagua. Producto de los desmanes resultaron siete personas detenidas.