El Presidente Sebastián Piñera destacaba el trabajo de la PDI en el país cuando la bandera chilena que cubría el féretro de Karim Gallardo voló al ser alcanzada por el viento que hacía bajar la temperatura en uno de los patios de la Escuela de Investigaciones. El lugar albergó a más de tres mil personas en el funeral de la inspectora de la PDI y de su compañero, el subcomisario Marcelo Morales.
Entre los asistentes estaban los familiares de los policías asesinados el miércoles en San Bernardo, quienes seguían con atención el discurso del Mandatario: "Los chilenos sentimos dolor y rabia, pero ni ese dolor ni esa rabia nos van a hacer retroceder en el compromiso con que debemos combatir la delincuencia", dijo.
Familiares de las víctimas, efectivos de distintas brigadas de la institución, representantes de Carabineros y autoridades políticas llegaron ayer al funeral.
Una de las detectives presentes, Marcela Sánchez, describió a su compañera de promoción como "una mujer ejemplar. Una persona muy consciente de la necesidad de cuidar al prójimo".
Alejandro Bulboa, compañero de Morales, dijo que era "un gran policía y un buen amigo".
La ceremonia fue presidida por el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien hizo ver "la más profunda indignación" de la Iglesia ante el crimen."Hay que buscar también las causas que provocan, dentro de la sociedad, algunos quiebres como éste", agregó Ezzati.
Tras la ceremonia, los féretros de los funcionarios fueron trasladados al Cementerio General. El cuerpo de la inspectora fue dejado en el mausoleo de la PDI, mientras que el del subcomisario Morales fue cremado.
"Era muy inteligente. Tuvo la opción de elegir otra profesión, pero ella quiso ser policía. Era una iluminada", dijo Edith, hermana de la víctima. Luego, Rolando, hermano de Morales, recordó que el subcomisario "postuló a la institución y no quedó, luego insistió y lo consiguió".
Silencioso funeral
En tanto, pasadas las 13.30 horas de ayer, uno de los hijos de Italo Nolli, Alejandro, fue a retirar su cuerpo al Servicio Médico Legal para luego trasladarlo hasta el Cementerio Católico, donde fue sepultado en un nicho del Pabellón 8.
Otro de los hijos del principal sospechoso del doble crimen señaló a La Tercera que "la única forma era hacer algo rápido y sin ningún familiar, por respeto, por dignidada y por convicción de la familia. Fue un trámite frío, sin ceremonia ni parafernalia".b