Una multitudinaria despedida tuvo ayer el opositor ruso Boris Nemtsov, asesinado la noche del viernes cuando caminaba con su novia en el centro de Moscú. El ataúd del político, que iba al descubierto, fue llevado al Centro Andrei Sajarov, una organización defensora de los derechos humanos, para una ceremonia en la que estuvieron su familia, simpatizantes y ciudadanos extranjeros, entre ellos, el ex primer ministro británico John Major. No estuvo presente la pareja de Nemtsov, la ucraniana Anna Duritskaya, ya que ayer regresó a su país natal.

La mayoría de las condolencias llegaron desde la oposición rusa, que aseguró vivir en un clima de odio contra cualquiera que se oponga al Presidente Vladimir Putin. "Dispararon no sólo a Nemtsov, sino a todos nosotros", dijo el opositor Gennady Gundkov.

El gobierno ruso vetó el ingreso al país a dos eurodiputados que deseaban participar en el funeral. Este hecho que fue condenado ayer desde la UE, como una "violación" de los principios básicos.

Los restos del opositor fueron llevados al cementerio Troyekurovskoye, en el oeste de Moscú, el mismo donde está Anna Politkovskaya, periodista opositora que fue asesinada en 2006.