"Desde nuestro punto de vista, con esta operación lo que hace La Polar es retirar parte de su deuda con 90% de descuento, lo que la deja en mejor forma para una eventual compra por un tercero". Así analiza Daniel Torres, gerente de estudios de renta fija global de Munita, Cruzat y Claro (MCC) el canje de deuda anunciado por Empresas La Polar, operación que junto con cambiar las acreencias por dos nuevas series de bonos, incluye una oferta de la propia multitienda para adquirir cerca del 70% de la Serie G (por hasta $ 17.500 millones).
"Hay que recordar que La Polar es el cuarto retailer de Chile, lo que sigue siendo atractivo para cualquier inversionista que quiera entrar a ese negocio", añade.
En su opinión, "la oferta de compra del bono junior (G) hace más atractiva a La Polar para que ingrese un controlador. Si hay un interesado que quiera adquirir el control, el valor de la transacción va a depender, entre otros factores, del monto de su deuda. La Polar se comprometió a pagar a sus acreedores US$ 900 millones, a pesar de que en su balance refleje un monto menor y, de ser exitosa la oferta de compra de este bono, sus compromisos se reducen a US$ 550 millones".
Torres explica que la empresa ya ajustó a la baja en su balance el monto de la deuda, bajo los criterios de IFRS. "Ese descuento fue en torno al 65%, según nuestros cálculos, y mejora sus ratios de endeudamiento y capitalización. Sin embargo, La Polar igual mantiene el compromiso de pagar el 100% de su deuda, dado que el recorte quedó implícito en la tasa de interés y no en el monto a pagar".
Sobre el proceso de canje en curso, el especialista en renta fija explica que los US$ 900 millones de deuda reestructurada (incluye bancos, bonos y efectos de comercio) se intercambian por dos bonos. El senior por US$ 400 millones, pagadero a 10 años, en pesos, con cupones ascendentes desde 4% a 10% y que amortiza, y el bono junior por US$ 500 millones, pagadero a 20 años, sin pago de cupón y reajustarse en unidades de fomento, mejor conocido como bono cupón cero.
"La oferta de compra es por la deuda junior, que por el hecho de ser un cupón cero, es una estructura poco común, existiendo sólo un emisor en el mercado local. Entonces, no es un bono que les acomode a todos los inversionistas, por lo que su liquidez podría ser menor o existir distorsiones en su precio, dado que existen pocos comparables. Nosotros lo vemos como una acción preferente subordinada y por lo mismo, su precio debiera moverse más correlacionado con la acción de La Polar". Agrega que "si la oferta de compra al 10% es exitosa -es decir, se agota-, el monto en circulación debiera reducirse desde US$ 500 millones a US$ 150 millones de deuda junior".
Sobre los acreedores que podrían mostrar interés por vender su título a La Polar dice: "Mi impresión es que esta recompra va a despertar mayor interés en los inversionistas calificados. Con esto no me refiero solamente a las AFP, sino también a compañías de seguros, bancos y fondos mutuos".