Alemania ha tardado más de dos décadas en alcanzar algún grado de normalidad, tras la reunificación lograda en octubre de 1990. Quizás una de las primeras muestras de ese nuevo escenario fue el hecho de que la migración interna en Alemania del Este -de la antigua república comunista- al Oeste, se detuvo por primera vez en 2012, 24 años después de la caída del Muro de Berlín. Así lo afirma un informe sobre la unificación aprobado ayer por el Ejecutivo federal.

El año pasado, el número de residentes en Alemania que se mudaron de los estados que antes conformaban la República Democrática Alemana (RDA) al Oeste fue equivalente a los que cambiaron de domicilio en sentido contrario, acabando con la fuga de jóvenes que los años precedentes buscaban mejores oportunidades económicas.

En definitiva, en 2012, el Este tan sólo perdió 2.000 habitantes frente al Oeste. Inmediatamente tras la reunificación, se cifraban en cientos de miles los que cada año cruzaban la antigua frontera interior y, entre 2000 y 2005, el promedio anual era de 66.000 migrantes.

Entre 1989 y 2010, unos 4,1 millones de alemanes orientales se mudaron al Oeste, la mayoría en busca de empleo. En el mismo período, unos 2,1 millones de alemanes occidentales se trasladaron al Este. Esa migración Este-Oeste hizo que entre 1990 y 2012 la población en los estados que antes conformaban la RDA se redujera en un 13,5%.

El informe apuntó como las principales causas de este cambio de tendencia la mejora de la situación económica y del mercado laboral en el Este.