El "espejo con memoria". Así se le conoció popularmente, durante sus primeros meses, al objeto con el que el francés Louis Daguerre, revolucionó a la sociedad del siglo XIX: el 19 de agosto de 1839, el pintor, decorador teatral e inventor difundió oficialmente en la Academia Francesa de las Ciencias el daguerrotipo. Se trataba de una placa de cobre, bañada con plata sensibilizada en yodo y expuesta a la luz, a la que luego se le imprimía la imagen con vapores de mercurio. Aunque la creación de la fotografía se remonta en rigor a varios años antes, fue Daguerre quien difundió la forma precisa en que esas imágenes debían perdurar para siempre. Su primera foto fue tomada un año antes: una vista al Boulevard du Temple, en París, en mayo de 1838. La noticia del maravilloso invento corrió como la pólvora y en menos de un año los estudios sobre la nueva técnica se propagaron por Europa y Estados Unidos. Así, para 1841, ya existían más de 40 estudios fotográficos sólo en Nueva York.

No hay duda. La evolución de la fotografía ha sido explosiva y hoy existen pocas personas en el mundo que no hayan sucumbido a retratarse, que no posean una cámara fotográfica en sus casas, o no utilicen las de sus teléfonos celulares. En un comienzo se utilizó para capturar la realidad fugaz, luego fue símbolo de estatus, y después fue imprescindible para evidenciar la verdad de la guerra y otras noticias. Hoy la fotografía ha derivado al arte, al espectáculo y a la creación de nuevas realidades.

Mañana, día en que se celebra en todo el mundo los 176 años de su existencia, diez exposiciones en Santiago y en regiones recuerdan el valor de la ella.

En el MAC de Parque Forestal se exhibe hasta el 27 de septiembre la primera retrospectiva en Chile del estadounidense David LaChapelle. Artista visual y director de documentales, La Chapelle se ha caracterizado por utilizar la fotografía como herramienta para crear escenas vibrantes de color, donde la moda, el glamour y la ironía están siempre presentes. Desde sus retratos a celebridades como Andy Warhol, pasando por Britney Spears y Michael Jackson, el estadounidense juega con la realidad y la ficción, en fotomontajes que demuestran un lado más plástico de la fotografía.

En el otro extremo de la propuesta fotográfica se presentan en el Espacio Fundación Telefónica, las 144 imágenes ganadoras de la World Press Photo (WPP), el concurso de fotoperiodismo más importante del mundo, creado en 1955 en los Países Bajos. Allí se exhiben las fotos y reportajes visuales que impactaron al mundo en 2014: desde la emergencia del virus Ébola, pasando por la realidad de la homofobia en Rusia, las protestas en Estambul, hasta fotografías de naturaleza, como las imágenes aéreas de Polonia, tomadas por Kacper Kowalski a 150 metros desde un parapente. Un trabajo similar a este se puede ver también en la galería local Die Ecke, donde la artista Francisca Montes exhibe Vahío, un barrido a 400 metros de altura de la cordillera de los Andes y el Valle Central: fotos que parecen pinturas.

En tanto una versión local de la WPP, fue la 37 edición del concurso Fotoprensa que organiza la Unión de Reporteros Gráficos y Camarógafos de Chile. Abre su muestra en el Parque Cultural de Valparaíso con 152 imágenes premiadas de 58 autores. Allí destaca Diego Figueroa, el fotógrafo de 22 años que ganó en la categoría Foto del Año con el retrato de un estudiante del Liceo de Aplicación enfrentándose a carabineros durante una protesta.

Fotos para el mañana

El registro del presente con el objetivo de afianzar la memoria del futuro es uno de los roles primordiales de la fotografía. Es el caso de la muestra Chile desde adentro en el GAM, la que luego de 26 años exhibe por primera vez las imágenes tomadas bajo el régimen militar por fotógrafos locales, que fueron seleccionadas por la curadora estadounidense Susan Meiselas para un libro publicado en Nueva York en 1989. Ahí están los trabajos de fotógrafos que salieron a recorrer las calles durante las protestas y otros que retrataron la cara más íntima de la dictadura de Pinochet: Alvaro Hoppe, Claudio Pérez, Paz Errázuriz, Héctor López y Marcelo Montecino son algunos de ellos. De esa misma época son las fotos tomadas por Rodrigo Rojas De Negri, joven fotógrafo quemado vivo por una patrulla militar en 1986, a los 19 años, y que hoy recibe homenaje a través de la muestra Un exilio sin retorno que se inaugura en la Corporación Artistas del Acero, de Concepción. Sus fotos también se podrán ver en Santiago, en los paraderos del Transantiago, que recorren el eje Alameda y que compartirán espacio con otras 60 imágenes de los talleres de fotografía ciudadana que imparte en todo Chile el Consejo de la Cultura.

El rescate de las tradiciones también está presente en el trabajo de Rodrigo Villalón, quien durante el 2011 fotografió los carnavales andinos que la comunidad aymara celebra cada año 40 días antes de la Semana Santa y que hablan de la religiosidad precolombina. Los disfraces, bailes, música y juegos que inundan al norte de Chile una vez al año, pueden verse desde hoy en la galería Túnel del Centro Cultural La Moneda.

Dos caras contrapuestas de Colombia se exhiben en diferentes espacios fotográficos. En la galería Ekho, ubicada en calle Merced, se presenta La Casa Grande, el trabajo del colombiano Jorge Panchoaga, ganador del concurso Iberoamericano Fotografía Nexofoto, quien se acercó a la vida cotidiana del indígena del Cauca para registrar la resistencia histórica de sus costumbres y tradiciones, y la defensa de su identidad. Mientras que el estadounidense Stephen Ferry exhibe la guerra contra el narcotráfico que se bate en Colombia, en la muestra Violentología, a través de más de 20 fotografías, en la explanada del Museo de la Memoria.