Treinta y nueve años después del golpe del 11 de septiembre de 1973, Miguel Littin (69) pensó que era el momento indicado. Había vivido el exilio, exorcizado sus fantasmas personales en películas sobre la abortada experiencia socialista (Los náufragos), e incluso se había burlado del régimen militar entrando clandestinamente al país (Acta General de Chile). Pero faltaba el episodio definitivo. La cinta bisagra que explicara retrospectivamente al resto.
Dice Littin que desde el mismo día de ocurridos los hechos supo que algún día iba a relatar las últimas horas de Salvador Allende. Lo que no sabía era cómo. Y curiosamente, el cineasta más ideológico de aquellos años buscaba evitar la pasión partidista. "Quería estar absolutamente seguro de que iba a contar los hechos de una manera distinta a la pasión desbordada de esos años", relata sobre Allende, tu nombre me sabe a hierba, la cinta que esta semana se dio a conocer en Cannes y que comenzará a rodar en octubre, con Daniel Muñoz personificando al ex mandatario.
"¿Por qué filmo ahora la muerte de Allende?", se pregunta Littin. "Porque ahora lo entiendo en un contexto profundamente chileno y arraigado en la tradición del país, que viene desde la abdicación de O'Higgins a Portales y Balmaceda: la conducta de los chilenos que creen en la palabra empeñada, el honor, el respeto al compromiso", explica.
Y se centró en lo más simple y complejo a la vez: narrar las siete últimas horas de vida del ex presidente.
Lo simple: un asedio, resistencia, captura, balas, humo, destrucción. Lo complejo: cómo un hombre toma la decisión que toma.
"Hay dos grandes momentos: Allende entra a La Moneda con honores militares, y luego su cuerpo sale envuelto en un choapino boliviano. ¿Qué ocurrió allí dentro en esas siete horas, y qué ocurrió en Chile?", se pregunta Littin.
La cinta cruza esas siete horas con distintos episodios de su vida: su infancia, juventud, amores, la política y el pueblo. Pero por sobre todo, hay una idea que lo obsesiona: el destino paradojal de un hombre que termina defendiendo con las armas la vía pacífica hacia una proyecto social y político. "Ese nivel de dramatismo sólo está en las tragedias griegas", dice.
¿Crimen o suicidio?
Allende, tu nombre me sabe a hierba ha concentrado los últimos tres años del director. Ha investigado en detalle sobre ese día, entrevistó a todos los que estuvieron junto a Allende el 11 de septiembre, y últimamente se ha abocado a afinar el elenco. Junto a Daniel Muñoz, estará Benjamín Vicuña (que repite con Littin luego de Dawson Isla 10) como un detective en su primer día de guardia, Luis Dubó como un inspector de policía, Tamara Acosta encarnando a una mujer policía, y Aline Kuppenheim como la "Payita", la secretaria de Allende.
Littin lleva ya un tiempo reuniéndose con Daniel Muñoz, discutiendo sobre el guión, aportando ideas y trabajando en los matices para dar con el Allende hombre, tras el mito. "Nos juntamos, vemos películas, hablamos mucho. El maneja los códigos del humor chileno que también manejaba Allende. Creo que su trabajo va a ser notable", afirma.
Pero hay un hecho crucial que Littin lleva un tiempo suscribiendo: que al ex presidente lo mataron. Pese a la verdad oficial sobre su suicidio y a la versión de la propia familia, el cineasta insiste en que no hay pruebas que lo determinen. "En el último instante de su vida, nadie puede asegurar realmente lo que ocurrió, ni las opiniones de los médicos ni los estudios científicos", asegura. Y aventura ideas: "Nadie se levantó esa mañana para morir. El presidente estuvo hora tras hora tratando de conducir y encauzar ese proceso. Y cuando vio que estaba todo cerrado, tomó una decisión, quedarse sólo. Lo sustantivo es esa decisión, hay una trágica grandeza ahí".
El teaser que comenzó a exhibirse en internet no da cuenta de cómo será el filme, advierte Littin. "Lo que se hizo en Cannes es un posicionamiento de la película no más. Allá es muy difícil encontrar financiamiento, más que nada se da a conocer para una futura distribución", asegura.
El presupuesto de la cinta cuenta con aportes de Chile (Fondo Audiovisual), Brasil (VPC Cinema Video) y Venezuela (La Villa del Cine). Los productores ejecutivos serán el argentino Pablo Rovito (Violeta se fue a los cielos) y su hija Cristina Littin.
También conoce del proyecto que está preparando el humorista Juan Carlos "Palta" Meléndez, pero está tranquilo: "Nadie puede hacer una película sobre Allende mejor que yo. Lo conocí, trabajé con él, le llevaba películas a su casa. Le gustaban las de acción y los westerns. ¿Sabes cuál era su favorita? Casablanca. Esa se la repetía siempre", finaliza.