El ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, puso sobre la mesa el tema de la duración de las carreras en Chile y usó como ejemplo lo que sucede en Estados Unidos, donde se extienden por cuatro años, al igual que en algunos países de Europa. Pero en nuestro país los programas alcanzan en promedio los seis años y medio, un 30% más de lo planificado por las universidades.

Un estudio del Ministerio de Educación reveló que en promedio las carreras

La investigación del Servicio de Información de Educación Superior (Sies) del Mineduc arrojó también que el tiempo promedio de duración real para quienes se titularon en 2012 en programas de pregrado -considerando universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales- fue de 10,5 semestres. Y en el caso de posgrados 6,2 y postítulo 3,5 semestres.

Los seis años y medio que dura una carrera universitaria son significativamente mayor a lo que ocurre en IP y CFT con promedios de 8 y 7 semestres, respectivamente.

Si se compara la extensión de 13 semestres en promedio con lo que ocurre en los países de la Ocde, Chile supera los 8,6 que duraban los programas entre los países asociados a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos durante 2011.

En el documento se indica que la extensión de una carrera afecta al estudiante y su entorno familiar en relación con el costo esperado del programa, cuyo valor final se vincula al arancel anual y al número de años que esa persona estudie efectivamente. Y también se indica que la demora excesiva de los programas encarece los costos de financiamiento estatal y afecta las proyecciones de los costos, ya sea por becas involucradas como por los costos de mantención del crédito.

Cruch

Hace dos años se discutió públicamente sobre este tema, cuando en marzo de 2012 el ex ministro de Educación Harald Beyer solicitó al Consejo de Rectores revisar la duración de las carreras en Chile. En mayo de ese año el Cruch hizo una propuesta para trabajar en conjunto con el Mineduc en la generación de una política pública para avanzar en esa materia.

En ese documento se indicó que un plan de reducción de los tiempos de las carreras debiera incluir los aspectos de financiamiento, estructura y regulación.

El vicepresidente del Cruch y rector de la U. de Santiago, Juan Manuel Zolezzi, detalló que, pese a que se elaboró una propuesta de trabajo para iniciar un proceso de revisión de los programas. "para poder acortar carreras debe hacerse una definición como país de lo que entendemos y queremos de cada una de estas", acotó.

Respecto de la duración dijo que "soy partidario de revisarlas y pienso que debe ser parte de una política de Estado".

Zolezzi agregó que la definición tácita siempre ha sido que las carreras deben durar cinco años, "pero para saber si basta con cuatro hay que saber qué es lo que se quiere de cada carrera". Y además, dijo que se tiene que considerar cuánto tiempo se necesita para nivelar a los alumnos cuando ingresan.

El rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, no es partidario de disminuir la extensión de las carreras. A su juicio, esa discusión "generalmente, se centra en aspectos económicos y no en argumentos académicos".

Según Vivaldi, pese a que se debe estudiar caso a caso la duración de los programas, "si hablamos de acortar carreras diría que es muy peligroso porque termina mermando la parte formativa del alumno y primando la parte más pragmática".

En tanto que el rector de la Universidad Católica y presidente del G9, Ignacio Sánchez, señaló que "la experiencia internacional revela que es posible formar profesionales en un tiempo menor. Sin embargo, esto debe estar acompañado de varios factores: una oferta curricular articulada en el tiempo, instrumentos que permitan la educación continua, certificación de competencias y un mercado laboral flexible".

A juicio de Sánchez, los eventuales cambios curriculares suponen un análisis de estudios de seguimiento de los egresados y empleadores de manera sistemática.

El investigador del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (Ceppe) de la U. Católica, Gonzalo Zapata, planteó que pese a que los índices son mejores que hace 10 años "los estudios de pregrado siguen siendo excesivamente largos".

Zapata indicó que "hay que considerar que nuestro pregrado tiende a ser muy vocacional y orientado al ejercicio técnico-profesional, con un enorme déficit en formación general y habilidades transversales. Si es que nuestras instituciones ofrecieran a los estudiantes un pregrado con formación general robusta, bases disciplinarias suficientes en determinado campo y una entrada a las competencias generales en cierta profesión, quizás la duración de los estudios que tenemos estaría mejor justificada".

Carreras más largas

El estudio del Mineduc también identifica aquellas carreras que tienen mayor extensión, entre las que se encuentra Ingeniería Civil Eléctrica, Ingeniería Forestal, Derecho y Arquitectura (ver infografía).

Respecto de este tema, Zapata planteó que hay áreas y carreras específicas "donde la duración sobrepasa con creces lo esperable… este fenómeno está relacionado con problemas de preparación previa de los estudiantes, compromiso y dedicación y así también con la calidad y responsabilidad de nuestras instituciones y profesores".

Por su parte, el rector de la U. Adolfo Ibáñez, Andrés Benítez, manifestó que en Chile "las carreras no son largas, la gente se demora más de lo que debería". Y añadió que las tasas de duración tienen que ver "con que algunos alumnos no están bien preparados para la universidad y entonces se debiera revisar qué ocurre".

A esto se suma, dijo, que hasta hace algunos años "en las universidades había una cultura de que las reprobaciones se tomaban con naturalidad y en tal sentido se deben revisar los métodos para que los alumnos aprendan mejor".