Fue en Brasil donde A-Ha marcó su mayor triunfo. En tierras cariocas, la banda de pop sintético conquistó el récord mundial del concierto con más asistencias: en 1991, 189 mil personas corearon su clásico Take on me, reunidos en el Estadio Maracaná.

"Es pasado", dice Morten Harket, vocalista de A-Ha, al teléfono desde Río de Janeiro. En 2010, el vocalista comenzó a trazar su propio futuro fuera de A-Ha. Tras una separación diplomática, el noruego -ya con cuatro discos editados bajo su firma- publicó su primer álbum como solista a tiempo completo, Out of my hands (2012). Con esas canciones volverá a Chile, para presentarse el domingo, en el Teatro Caupolicán.

"Apunto a los mismos estándares . Pero las canciones son algo distintas, porque mi espíritu no es idéntico al que teníamos como grupo", comenta Harket. En Santiago mostrará ese nuevo trabajo, sumando "algo más de mi repertorio solista" y también clásicos de su banda: "No puedo desconocer quien soy. Es parte de mí".

Aunque Out of my hands lo lleva de vuelta a los sonidos electrónicos, Harket descarta que eso tenga algo que ver con los actuales rumbos pop global. "Mucho de lo que conocemos hoy como synth pop es basura. Como todo, pasará", explica Harket.

La última vez que vino al país fue el 23 de marzo de 2010, con la tierra todavía inquieta tras el terremoto de febrero. "Fue una decisión difícil. Un concierto puede ser algo superficial, pero también es valioso para mucha gente". Fue la despedida de A-Ha. "Y no nos hemos vuelto a ver", cuenta. "Estamos muy ocupados. Nos juntaremos sólo cuando vuelva a tener sentido".