En aquel anecdotario sin fondo que es el libro Moteros tranquilos, toros salvajes de Peter Biskind, el productor Bert Schneider ocupa un lugar de privilegiada exposición entre una galería de cineastas y actores que ya jugaban en serio a la rebeldía. Hijo de un ex presidente de Columbia Pictures, Schneider jamás creyó en el sistema de los estudios e igualó el espíritu iconoclasta de sus amigos realizadores. En 1969, a los 36 años, produjo la emblemática Busco mi destino, colocando los cimientos del llamado Nuevo Hollywood. 42 años más tarde, concretamente este lunes 12, Bert Schneider murió en su hogar de Los Angeles.
Casado en cuatro oportunidades, viudo de una de sus esposas y sentimentalmente involucrado con varias actrices, Schneider representó en los 60 y 70 al prototipo del americano de izquierda e identificado con la contracultura. Su mayor logro en términos de premios fue en 1975 con el documental Hearts and minds (1974), un trabajo que en los círculos conservadores de los 70 cayó como una bomba de provocaciones.
Hearts and minds se hacía cargo de las voces que apoyaban y sobre todo de las que no apoyaban la Guerra de Vietnam. Además tenía el acierto de darle cámara y micrófonos a los propios vietnamitas, donde la opinión antiestadounidense era abrumadora. Cuando llegó la ceremonia de los Oscar, el habitual conductor Bob Hope leyó una declaración que también suscribía Frank Sinatra y donde en resumidas cuentas se consideraba "antipatriota" el trabajo de Schneider. El productor evitó dar discursos al recibir la estatuilla, pero a cambio leyó una declaración del VietCong. Ahí todo se descontroló y cuenta Peter Biskind que tras bambalinas se trenzó a golpes con Frank Sinatra, un leal partidario del ex presidente Nixon y de los hombres en el campo de batalla.
Sexo, drogas y rock'n roll
Primero rechazado por su propia familia a raíz de sus ideas radicales y luego expulsado de la Universidad de Cornell, Bert Schneider comenzó trabajando en la televisión. Al mismo tiempo estrechaba vínculos con los Panteras Negras y la izquierda extrema. Por esta época creó el sitcom The Monkees, la historia de un grupo pop muy similar a The Beatles. El éxito fue tal que The Monkees luego tuvo vida propia y varios discos.
A diferencia de los ejecutivos de las grandes compañías de Hollywood, Schneider tuvo el instinto y la sagacidad para captar que subterráneamente se desarrollaba un movimiento de nuevos talentos a los que no les importaban las estrellas, pero sí el guion, los escenarios naturales y las historias de la calle. Con aquella convicción produjo Busco mi destino, de Dennis Hopper, la película ícono de los años 60 y considerada punto de arranque del llamado Nuevo Hollywood de los Coppola, Scorsese, De Palma e incluso George Lucas. Schneider financió de su bolsillo varias de la tomas en el carnaval de Mardi Gras en Nueva Orleans. La cinta costó 300 mil dólares, pero llegó a recaudar más de 20 millones y lanzó la carrera de Jack Nicholson, que aquí tenía un rol secundario como un abogado aburrido de su profesión. Contaba Dennis Hopper en una de sus últimas entrevistas que Schneider nunca estuvo seguro de que él y Peter Fonda pudieran llevar a buen puerto la película y por eso les puso a Nicholson. "Como un perro guardián", decía. La cinta abrió un nuevo camino para las cintas independientes que vinieron en los 70.
En 1971 produjo La última película, de Peter Bogdanovich y en 1978 Días de cielo, de Terrence Malick, dos de los mejores filmes de esa década. Bien parecido (le decían "Mister América"), mujeriego y amante de las fiestas con sexo, drogas y rock'n roll, Schneider tuvo un largo romance con la actriz Candice Bergen y cuando esta relación decayó decidió probar con la compañera de secundaria de 16 años de una de sus hijas.
Casi toda su vida estuvo marcada por las drogas y hasta les rindió un homenaje tragicómico: cuando murió uno de sus amigos, él y los otros deudos aspiraron en casa las cenizas del occiso como quien inhala cocaína. Fueron las derivaciones del abuso de sustancias lo que acabó con su vida, a un y año miedo de la muerte de Dennis Hopper, el protagonista y director de Busco mi destino.