En sus viajes por los fiordos australes, Constantino Kochifas (79) instauró un rito. Frente al imponente glaciar de la laguna San Rafael, invitaba a sus pasajeros a hacer el brindis "Skorpios 12 con 50": un vaso de whisky de 12 años con hielo de 50 mil. Esa era la rúbrica de las travesías de sus naves, extendida luego a todos los barcos turísticos que llegan hasta la zona.

Ayer en la madrugada, Kochifas se dirigía hacia ese mismo lugar a bordo de uno de sus barcos, cuando un ataque cardíaco le quitó la vida de manera fulminante. Un viaje de rutina hacia el mismo paraíso natural, que comenzó a visitar con pasajeros desde 1976, inaugurando las rutas australes al turismo nacional, era el último trayecto de un hombre que comenzó como pescador y que se convirtió en precursor de los cruceros chilenos y poderoso empresario naviero.

Su deceso se produjo alrededor de las 2.00, cuando la embarcación Skorpios III navegaba en el fiordo Quintupeu, al sur de Puerto Montt. Tras la fiesta de inauguración a bordo de la embarcación, Kochifas se retiró a su habitación. Fue entonces cuando comenzó a sentirse mal. "Ya había terminado la fiesta que se realiza en el barco, así que se encontraba descansando en su cabina. A las dos de la mañana se levantó al puente, y pidió que suba la mamá (esposa) y el piloto de la nave porque se sentía mal. Le faltaba un poco el aire, y ahí empezó el problema que terminó con su fallecimiento", relató su hijo Constantino. Kochifas estaba sentado al lado del timón. "Insuficiencia cardíaca" fue la causa y las labores de reanimación de un paramédico fueron en vano. El barco retornó a Chinquihue llegando cerca de las 09.40 horas y a las 10.30, los restos ya eran velados.

"Era un apasionado. Creo que murió en lo que más le gustaba. El abrió rutas que antes no se imaginaban. Las conocía todas. Y Puerto Montt era todo para él", dijo su hijo.

Kochifas era armador naviero y propietario de 26 buques de carga. Dueño de Turismo Skorpios, Astilleros y Maestranza Kochifas y Transmarko, en casi 35 años de negocio, transportó a más de 220.000 pasajeros, una cifra impensada en sus inicios como pescador, en Chiloé.

Hijo del inmigrante griego Anestis Kochifas Kutras, que llegó en 1924 huyendo de la pobreza de la posguerra, y de Mariana Cárcamo Ruiz, Constantino Kochifas Cárcamo nació un 2 de enero de 1931 en las islas Chauques, en Chiloé.

Su madre murió cuando apenas era un niño y él debió sumarse, junto a sus hermanos, al trabajo paterno en recolección de mariscos y pesca. Dejó el colegio y a los 13 años ayudaba con el sustento hogareño y el ahorro: "Siempre hay que ahorrar porque el día de mañana nos podemos comprar una lancha. Las lanchas pueden hacer casas, pero las casas no pueden hacer lanchas", le decía su padre, según relató Kochifas a La Tercera en 2009.

Con la segunda lancha que compraron, la familia se inició en el transporte de carga desde los fiordos hasta el canal de Tenglo, en Puerto Montt. En 1962 entró por primera vez a la laguna San Rafael: "Le dije a mi hermano: 'hay que hacer un barco cómodo que se parezca al Caleuche, donde se hagan fiestas, se coma bien y uno se divierta ganando dinero'", contaba.

Así nacieron sus primeros itinerarios, aprovechando los viajes de carga de la motonave Mimí (llamada así por su esposa, con quien tenía más de 50 años de matrimonio y cinco hijos). En 1978 ya tenía ese barco soñado: el Skorpios I. Diez años después inició su ruta el Skorpios II y en septiembre de 1995 inauguraba el Skorpios III, el mismo en el que hizo su último viaje, pilotando como lo hacía siempre.