Aunque se retiró hace 28 años, Robert Gilka aún es una leyenda dentro de las salas de prensa del National Geographic. En su puesto de editor de fotografía, entre 1963 y 1985, Gilka dotó de una reputación inédita a la revista en el uso del fotoperiodismo. Reclutó a osados fotógrafos, como Steve MacCurry, David Doubilet o William Albert Allard que escalaron montañas, cruzaron océanos y arriesgaron sus vidas para entregar una buena fotografía.

Ayer, el editor que comenzó como periodista deportivo en el Milwakee Journal, falleció a los 96 años de una neumonía. Tras dejar la revista, Gilka fue docente en la Universidad de Missouri.