Una de las grandes leyendas del fútbol mundial falleció ayer. El portugués Eusebio murió en Lisboa a los 71 años, producto de un paro cardiorrespiratorio.
El mejor jugador portugués de todos los tiempos deja un brillante legado, que tiene hitos como la primera clasificación a un Mundial de Portugal y el tercer lugar en Inglaterra 66, además de convertir al Benfica en una potencia europea en la década de los 60.
La "Pantera Negra", como era apodado el goleador, destacó desde niño en su natal Mozambique por su brillante desplante y velocidad.
Ahí lo descubrió el difunto entrenador húngaro Béla Guttmann, quien viajó a Maputo, luego de escuchar en una peluquería en Lisboa a un ex discípulo, José Bauer, hablando maravillas de un delantero llamado Eusebio.
La curiosidad fue mayor para el entonces estratega de Benfica, quien tras el vuelo a Africa vio cómo sus expectativas eran cumplidas.
La trayectoria de Eusebio arrancó en el Lourenço Marques, donde estaba cuando se le ofreció un suculento contrato para partir a Benfica, con apenas 18 años.
La relación entre el jugador y las "Aguilas" estuvo llena de éxitos: 11 ligas portuguesas, dos Copas de Campeones y cinco Copas de Portugal. Con ellos convirtió 462 goles en 437 partidos.
Fue ahí también que fue dirigido por el chileno Fernando Riera en 1963, temporada en la que alcanzaron la final de la Champions League, pero el Milan impidió el tricampeonato luso.
En la selección, la "Pantera Negra" contribuyó a la clasificación a Inglaterra 1966, primer Mundial en la historia en que participaba su país.
En ese campeonato se consagró como un astro del fútbol. A pesar de que la atención se centraba en Pelé, el portugués le robó el protagonismo con una contundente victoria por 3-1 en la fase de grupos del certamen, en la que marcó dos tantos.
La consagración definitiva vendría un par de días después. En el duelo ante Corea del Norte, por cuartos de final, los europeos caían 0-3 hasta que el delantero encaminó la remontada para que Portugal se llevara la victoria por 5-3, con cuatro conquistas de Eusebio.
El sueño mundialista terminó en semifinales ante los dueños de casa en un ajustado 2-1, pero que tendría consuelo con el tercer lugar alcanzado con Eusebio como figura destacada y goleador del certamen con nueve goles. Una campaña que le valdría ser escogido como el noveno mejor jugador de la historia, según la IFFHS.
Aunque después pasaría por Estados Unidos, México, Canadá y regresaría a su país para defender a Beira-Mar y União de Tomar, en Segunda, en Benfica hizo la parte importante de su carrera.
Estuvo cerca de fichar por Inter de Milán, pero lo impidió el dictador Antonio de Oliveira Salazar, a quien se refería como el "padrino". No quería que el ídolo nacional dejara el país. Pese a esa situación con el régimen, el futbolista siempre advirtió que el "mi política es el balón". Y es por eso que se ganó un lugar en la historia.