A los 80 años y producto de una falla multisistémica, ayer murió en el Hospital Militar Marcelo Morén Brito, ex agente de la Dirección Nacional de Inteligencia Nacional (Dina) y coronel de Ejército.
Morén se encontraba cumpliendo una serie de condenas por el secuestro, tortura y muerte de opositores al régimen militar, por lo que estaba recluido en el Penal Punta Peuco. Sin embargo, por su problemas de salud estaba internado en el recinto de salud desde agosto.
El ex militar fue indagado por los magistrados de causas de DD.HH. por haber participado en operaciones donde fueron asesinados opositores a Augusto Pinochet y también por estar a cargo centros de detención de prisioneros. "Su importancia es comparable a la de Manuel Contreras (director de la Dina). Es una persona de primera línea en cuanto a los apremios cometidos", explica el abogado de derechos humanos, Eduardo Contreras.
El ex militar fue uno de los uniformados encargados, durante el primer año del régimen, de intervenir la Universidad Técnica del Estado, donde fue detenido el académico y artista Víctor Jara, quien fue llevado al Estadio Chile donde fue torturado y asesinado.
Otro de los casos emblemáticos donde participó el ex coronel Morén Brito fue el caso "Caravana de la Muerte", grupo que fue comandado por el general Sergio Arellano Stark, donde se ejecutó a 72 personas en su paso por ciudades del norte del país. Al año siguiente, Morén participó de la captura y homicidio del líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez, padre del ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami. Al día siguiente de ese hecho, Morén junto al general Manuel Contreras exhibieron a la prensa la metralleta que portaba el ex jefe del movimiento opositor.
Condena
El ex agente de la Dina había recibido su última sentencia -a siete años de presidio efectivo - el pasado jueves por parte del ministro en visita extraordinaria para investigar causas de derechos humanos, Leopoldo Llanos.
Fue responsabilizado junto a otros tres miembros de la Dina de la aplicación de tormentos a cinco prisioneras políticas, entre ellas la actriz Gloria Laso, en el centro José Domingo Cañas. En ese juicio fue condenado brigadier en retiro del Ejército, Miguel Krassnoff Martcheko, por los mismos ilícitos.
El dictamen determinó que en el recinto de reclusión del que estaban a cargo los ex uniformados "se practicaban interrogatorios a los detenidos, los que consistían en aplicación de electricidad en diferentes partes del cuerpo, con la técnica de 'la parrilla' (...) Se les mantenía en una pieza común relativamente amplia y en un lugar denominado 'El hoyo' que llegó a tener más de diez detenidos en condiciones de extremo hacinamiento, sin ventanas".