El ex general Antonio Domingo Bussi, condenado por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), murió ayer a los 85 años, tras sufrir complicaciones renales y pulmonares por las que permanecía internado desde hace tres días. Bussi falleció en el Instituto Privado de Cardiología de la capital de Tucumán, 1.200 kilómetros al norte de Buenos Aires. Se trata de uno de los personajes públicos más controvertidos de Argentina, que gobernó dos veces Tucumán -la primera vez durante la última dictadura- y luego en democracia, de 1995 a 1999. De hecho, en 1993 resultó electo diputado y, en 1995, gobernador. El ex uniformado fue condenado a cadena perpetua en 2008 por el secuestro y asesinato del ex senador peronista Guillermo Vargas Aignasse, ocurrido en 1976. Bussi cumplía arresto domiciliario en un barrio privado de Tucumán, y debido a sus problemas de salud había sido separado del juicio en la denominada causa Aguirre, que justamente comenzó ayer en los tribunales de la provincia. Durante el régimen militar, el ex general fue el jefe de 30 centros clandestinos de detención que funcionaron en Tucumán bajo la jurisdicción del III Cuerpo del Ejército. Durante los procesos judiciales en su contra, Bussi se consideró "un perseguido político por los derrotados de ayer en una guerra justa y necesaria" contra "la agresión marxista".