La reservada reunión entre la ministra de Justicia, Javiera Blanco, y la ahora ex directora del Servicio Nacional de Menores (Sename), Marcela Labraña, se concretó a comienzos de esta semana en el tercer piso del edificio de Morandé 107, en pleno centro de Santiago.
El encuentro entre ambas autoridades se centró en el complejo escenario que atraviesa el organismo tras la muerte de una menor de 11 años, ocurrida el 12 de abril en un centro dependiente del Sename en Estación Central. Ahí, también se abordó el mal manejo interno y público de esta crisis, que transformó a Labraña en el blanco de duros cuestionamientos por parte de funcionarios del organismo. También generó críticas de jueces e, incluso, motivó que parlamentarios pidieran su renuncia.
Uno de los emplazamientos más directos contra el organismo, surgió el pasado miércoles a través de la Asociación Nacional de Magistrados. Según la entidad, la muerte de la menor "no sólo golpea, sino que muestra el pobre desempeño del Estado en su obligación de protección y resguardo de derechos de la infancia, inercia que ha permanecido por décadas, transitando por épocas de crecimiento económico y crisis, así como por gobiernos de diversas orientación política".
Con estos antecedentes sobre la mesa, que evidenciaban una profunda crisis en el organismo, la reunión entre la ministra Blanco y la entonces directora del servicio terminó por sellar su salida del cargo que ocupaba desde el 28 de marzo de 2014. Sin embargo, sólo ayer se comunicó oficialmente que Labraña renunció a la institución para dar paso al nuevo director, Hugo Herrera, quien se desempeñaba como jefe del Departamento de Justicia Juvenil del organismo.
Si bien durante la mañana la ex autoridad desempeñó con normalidad sus funciones e, incluso, asistió al funeral del ex Presidente Patricio Aylwin, en la tarde de ayer le contó la decisión a su entorno más cercano y jefes de servicio. "Me voy agradecida del trabajo realizado en estos dos años, donde avanzamos en mejorar el perfil técnico del servicio y fortalecer la protección de los derechos de los niños y niñas (...) Agradezco el respaldo de la ministra Blanco y de cada uno de los funcionarios que trabajan con un tremendo compromiso por la infancia", dijo Labraña, en una escueta declaración pública difundida por el Sename.
Fuentes de gobierno aseguraron que uno de los puntos que tensionó la relación entre el Ministerio de Justicia y el Sename, era la espera de los resultados de la autopsia al cuerpo de la menor fallecida. La preocupación de la cartera de Estado radicaba en que una de las probables conclusiones del informe del Servicio Médico Legal (SML) sería que la muerte de la niña puedo ser evitada con una rápida intervención de funcionarios. El caso está siendo indagado por la Fiscalía Centro Norte.
Emplazamientos
Horas después de la salida de Marcela Labraña, Juana Poblete, madre de la menor fallecida en un recinto del organismo, dijo que "a lo mejor ella (Labraña) reconoció el error que estaba cometiendo en el hogar, que el personal que tenían a cargo no era el correcto para Lissette".
Además criticó que nadie del centro donde estaba internada su hija, ni del servicio, se hayan acercado a ella para hablar sobre el fallecimiento. "Me gustaría que las personas que estaban a cargo de mi hija me dieran la cara y dijeran qué pasó, porque ni siquiera me han llamado", dijo.
Alicia del Basto, presidenta de la Asociación de Funcionarios del Sename, reconoció que los trabajadores del servicio esperaban la renuncia de Labraña. "Esperábamos que renunciara. Porque no tuvo intención de sentarse a conversar con nosotros y cambiar las cosas", sostuvo la dirigente.
Respecto al nombramiento del abogado Hugo Herrera, indicó que el lunes acudirán hasta dependencias del Ministerio de Justicia para solicitar "una reunión con la ministra Blanco, pues no nos parece la solución de dejar a Hugo Herrera a cargo del servicio".
Para el presidente de Evópoli, Felipe Kast, "lo más triste que puede ocurrir es que la muerte de Lissette se traduzca, simplemente, en la salida de una directora de la institución. La solución no pasa por cambiar a la directora, que es lo más fácil; la solución pasa por una reforma estructural al Sename, que es lo que ha dicho la presidenta de la Asociación Nacional de Funcionarios del Sename".
En paralelo a la crisis que vive el servicio, el Ministerio Público avanza en la arista penal por la muerte de Lizette, la cual instruye la fiscal Erika Vargas. Una de las diligencias que podría solicitar la investigadora es la toma de declaración de la ahora ex directora del servicio, Marcela Labraña, y los funcionarios del centro donde la menor perdió la vida.