Los vecinos de Long Island, en el estado de Nueva York, están viviendo una pesadilla. El lunes pasado se encontraron tres cuerpos aún sin identificar, en las inmediaciones de la carretera Ocean Parkway, a unos 60 kilómetros de Manhattan, donde en los últimos cuatro meses aparecieron otros cinco cadáveres. En total se trata de ocho víctimas que las autoridades no han asociado a un mismo asesino, pero cuya idea ya ha sembrado el temor en los vecinos del área.
Según señala la prensa local, no existen muchas pistas respecto a cómo o por qué aparecieron estos ocho cuerpos, aunque se han dado a conocer algunas coincidencias entre las víctimas, que podrían indicar que tras su muerte existe una misma persona, algo que incluso fue insinuado por el propio jefe de policía del condado de Suffolk, Richard Dormer. En diciembre pasado, los restos de cuatro mujeres aparecieron en la playa Gilgo Beach. El hallazgo no fue casual, ya que luego de la desaparición de Shannan Gilbert, una prostituta de 24 años del vecino estado de Nueva Jersey, la policía comenzó a rastrear esta zona de Long Island, donde se vio a Gilbert por última vez con un cliente en mayo de 2010. Seis meses más tarde, los perros que rastreaban el lugar encontraron los cuatro cuerpos mencionados, que resultaron pertenecer a cuatro prostitutas que anunciaban sus servicios en un sitio web. Ninguno de los cadáveres resultó ser el de Gilbert, que continúa desaparecida.
El martes pasado, un quinto cuerpo apareció en Oak Beach, a menos de dos kilómetros de donde aparecieron las cuatro prostitutas. Esta misma semana se descubrieron otros cadáveres escondidos al norte de la carretera Ocean Parkway. La policía, que ha rastreado la zona varias veces, anunció que continuará la búsqueda de Gilbert.
La prensa estadounidense se ha lanzado de lleno al mundo de las especulaciones, con entrevistas alarmistas con expertos en los canales de televisión. Así, criminólogos como Casey Jordan, invitado ayer a la CBS, o Lawrence Kobilinsky, del John Jay College of Criminal Justice, aseguran que la policía seguramente está lidiando con un asesino en serie con motivaciones sexuales. "Esto es el resultado del trabajo de una o dos personas y está claramente conectado. Sería muy raro que no se trate del mismo individuo", señaló Casey Jordan.