La ciencia ha demostrado que fumar causa daño en nuestro organismo. Un informe del Departamento de Salud de EE.UU. reveló, en 2010, que el humo de un solo cigarrillo tiene al menos 70 químicos capaces de causar cáncer y otras siete mil sustancias que pueden afectar nuestro ADN. De hecho, el genoma cáncer del pulmón, publicado en 2009, arrojó que cada 15 cigarrillos se produce una nueva mutación en el ADN del fumador.
Ahora, un estudio realizado por la U. de Oxford en un millón 300 mil mujeres vuelve a confirmar que fumar un solo cigarrillo al día no es inocuo y que quienes lo hacen tienen una tasa de mortalidad que duplica la de quienes no lo hacen. Sin embargo, la investigación también demuestra que abandonar a tiempo el tabaquismo puede prolongar considerablemente la vida del fumador: quienes dejaron de fumar entre los 31 y 40 años vivieron casi una década más que quienes siguieron haciéndolo, reduciendo en 90% el riesgo de mortalidad prematura vinculada al tabaquismo. Las que lo hicieron antes de los 30 años, disminuyeron su riesgo de muerte en 97%.
El trabajo, que siguió por 12 años a este grupo de mujeres británicas entre 50 y 65 años, también reveló que la edad de inicio del tabaquismo marca una gran diferencia. Quienes parten en el vicio a los 15 años o antes, tienen 50% más probabilidades de mortalidad prematura que quienes lo hacen después de los 22 años.
Abandonar a tiempo
Para realizar la investigación, los científicos hicieron que las mujeres reclutadas (entre 1996 y 2001) completaran un cuestionario sobre sus estilos de vida y otros factores médicos y sociales. Tres años después las encuestaron nuevamente y luego hicieron un seguimiento sobre riesgo de mortalidad. Fue así como en ese lapso de tiempo el Servicio Nacional de Salud notificó a los investigadores cuando una participante falleció y la causa de su muerte. Más de 60 mil murieron en ese tiempo.
En un principio, el 20% de las participantes del estudio eran fumadoras, el 28% eran ex fumadoras y el 52% nunca había fumado. Las que todavía fumaban en la segunda encuesta mostraron casi tres veces (2,97) más probabilidades que las no fumadoras de morir en los próximos nueve años, aunque algunos redujeron su riesgo de dejar de fumar durante este período. Eso significó que al final del estudio dos terceras partes de todas las muertes de fumadores en sus 50, 60 y 70 son causadas por el tabaquismo, la mayoría relacionadas con enfermedades como el cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar crónica, enfermedad del corazón o derrame cerebral.
Los riesgos de los fumadores aumentó considerablemente con la cantidad fumada. De hecho, la probabilidad de sufrir cáncer en quienes fumaban más de 20 cigarrillos al día fue tres veces mayor que las que fumaban 10.
Richard Peto, de la Universidad de Oxford, Reino Unido, y coautor del estudio dice que "si las mujeres fuman igual que los hombres, mueren como los hombres. En ambos casos los fumadores que dejan el vicio antes de llegar a la mediana edad ganan un promedio de 10 años de vida ".
En un comentario anexo al estudio, Rachel Huxley, de la Universidad de Minnesota, EE.UU., destaca la importancia que tiene este estudio en establecer -por primera vez- de forma más fidedigna el impacto del tabaquismo en la población femenina. "Teníamos que esperar hasta el siglo XXI para observar las consecuencias del tabaquismo en las mujeres, pues en gran parte de Europa y los EE.UU. la popularidad del consumo de tabaco entre las mujeres jóvenes alcanzó su punto máximo en la década de 1960, varias después que en los hombres", dijo.