Su tercera demanda en menos de dos meses sumaron ayer las embotelladoras de Coca-Cola en Chile, Andina y Embonor.

Mc Cola -propietaria de las bebidas Mc y Japi- presentó un requerimiento ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), acusando a las compañías de abusar de su posición dominante, restringiendo el desarrollo de las marcas B.

La firma pide al TDLC que aplique una multa de 20.000 Unidades Tributarias Anuales (UTA), unos US$ 20 millones, para cada firma.

Con este nuevo requerimiento, las multas solicitadas al Tribunal para ambas embotelladoras suman US$ 100 millones, considerando las 10 mil UTA (unos US$ 10 millones) pedidas por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) para cada una en abril, y las 20.000 UTA individuales pedidas por Embotelladora Latinoamericana en junio.

En esta nueva demanda, Mc Cola -representada por el estudio de abogados Pellegrini & Urrutia- afirma que las compañías han efectuado prácticas exclusorías para limitar el crecimiento y desarrollo de la embotelladora de Mc. Además de los acontecimiento ya acusados por la FNE y Embotelladora Latinoamérica (Elsa), como el diseño e implementación de un sistema de incentivos y políticas comerciales destinadas a excluir a las marcas B y el uso del producto Taí (la gaseosa más económica de Coca-Cola) como herramienta de exclusión, la demanda de Mc Cola acusa directamente a Andina de haber incurrido en la fijación de precios de reventa de sus bebidas, los cuales son artificialmente bajos.

Según Mc Cola la embotelladora entrega a "los puntos de venta letreros publicitarios que llevan adheridos el precio fijado, sin posibilidad de ser removido o modificado", por lo que los comerciantes están en la obligación de venderlos a ese precio.

"Las prácticas de las embotelladoras nos han impedido crecer como lo haríamos en condiciones de libre competencia", afirmó el gerente general, Jack Mubarak.