Que Novak Djokovic (1º) esté instalado en la final del Abierto de Australia no es algo que llame mayormente la atención. El número uno del mundo barrió en las semifinales a David Ferrer (4º) y dejó en claro que es el gran favorito.
En tanto, la otra semifinal tenía a Roger Federer (2º) y Andy Murray (3º) frente a frente, en un duelo que prometía bastante, incluso antes de jugarse. No desentonaron ante las expectativas y brindaron un gran partido, que se quedó en las manos del británico por 6-4, 6-7 (5), 6-3, 6-7 (2) y 6-2.
"Estoy contento, ha sido un partido muy duro, con muchos altibajos, y para mí ha sido muy bueno volver tras perder el cuarto set", expresó Murray.
Y es que el escocés ya le tiene tomada la mano a "FedEx". Sólo le faltaba vencerlo en un Grand Slam y al lograrlo dejó 11-9 a su favor el historial de enfrentamientos entre ambos.
Un paso clave en el alza experimentada por el oriundo de Dunblane en el último tiempo fue haber derrotado al suizo en la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pocas semanas después de haber perdido ante él la definición de Wimbledon. Ese fue el impulso definitivo para dejar atrás los comentarios que lo tildaban de un jugador que sucumbía ante la presión.
Desde ahí en adelante se ha visto a otro Murray, lo que quedó graficado en que meses después venció a "Nole" en el Abierto de los Estados Unidos, logrando así su primer Grand Slam, luego de tres intentos fallidos.
Así, mañana en la madrugada (5.30 horas de Chile), el jugador británico tendrá la oportunidad de confirmar su racha y lograr su segundo major, frente a un Djokovic que espera coronarse por cuarta vez en Melbourne.
Final femenina
Esta madrugada, la bielorrusa Victoria Azarenka (1ª) esperaba convertirse en la primera tenista en revalidar su título en Australia tras una década. En frente tenía a la china Na Li (6ª), quien busca su segundo Grand Slam, luego de haber ganado Roland Garros en 2011.