Ludovico Einaudi, pianista y compositor italiano, toca sobre una plataforma flotante en pleno mar ártico "Elegy for the Arctic" (Elegía por el Ártico), melodía en piano que él compuso. Lleva medio minuto de interpretación cuando se desprende un pequeño pedazo del glaciar Wahlenbergbreen en Svalbard (Noruega), frente al cual toca. Se detiene y escucha. Luego continúa. La música se mezcla con el sonido de ese mar congelado y unas pocas gaviotas que se cruzan.

Tocar en ese peculiar escenario, no fue una estrategia para difundir su trabajo, sino que es una campaña de Greenpeace por la protección del océano Ártico.

El llamado, dice la ONG, es proteger esa zona, ya sea por su biodiversidad, por su rol en la regulación del clima, por el futuro de las nuevas generaciones o sólo porque es un tesoro natural que hay que proteger de la codicia de las grandes empresas.

Una campaña orientada a un objetivo claro: crear conciencia en la semana en que de la reunión de la comisión de OSPAR en Tenerife, España, desde el 20 al 24 de junio. Oportunidad en que la comisión, encargada de la protección del Atlántico Noreste, decidirá sobre la creación de un área protegida en las aguas internacionales del Ártico, con una superficie que equivale a la del Reino Unido.

"La decisión se debe tomar tras el reconocimiento del comité científico de OSPAR de que hay suficientes evidencias del alto valor ecológico de esta región y de que existe un grave proceso de deshielo debido al cambio climático con la consiguiente afección a los recursos naturales", agrega la ONG.

"Es importante que entendamos la importancia del Ártico, parar su proceso de destrucción y protegerlo", señaló el músico.

La idea original era que Einaudi tocara sobre un trozo de hielo, pero el hielo está retrocediendo por el aumento global de las temperaturas. Al no encontrar dónde poner el piano de cola, construyeron una plataforma de 2,6 x 10 metros, que simula un iceberg, elaborado con más 300 triángulos de madera unidos entre sí con un peso total de casi dos toneladas.

Esta región está perdiendo su escudo helado y se expone, alerta la ONG, a la explotación industrial. Se trata del océano más desprotegido del planeta.