En 1948, la Marina de EE.UU. transfirió su base de Cabo Cañaveral a la Fuerza Aérea. La aviación quería probar los cohetes V2 de Hitler, capturados en la Segunda Guerra Mundial, que por su alcance y volatilidad requerían de un espacio descampado para su experimentación.

De una zona de pruebas militares, poco a poco el lugar tomaba forma para convertirse en los terrenos de la Nasa, la futura agencia espacial de EE.UU.

Fundada en 1958, uno de los primeros desafíos de la Nasa fue desarrollar el Saturno V, el cohete más grande construido por el hombre y encargado de propulsar las naves que llegaron a la Luna.

Su enorme potencia requirió la construcción de una lanzadera especial. Nacieron así las plataformas 39. La A, B, C, D y E. Aunque sólo se construyeron la A y la B, sería la 39A la que albergaría los históricos lanzamientos de la Nasa, como las misiones Apollo y los transbordadores, incluyendo el del fatídico Challenger, que explotó tras el despegue. La histórica plataforma estaba sin uso desde 2011, cuando se lanzó el Atlantis, el último transbordador.

Pero esta semana, la Nasa firmó un acuerdo de arriendo con su nuevo socio, Space X, la firma de Elon Musk que está desarrollando Dragon, una nave espacial privada. El pacto incluye la mantención y uso de la instalación por 20 años. Space X usará la plataforma para su cohete Falcon 9, encargado de propulsar a Dragon. El primer despegue será en 2015.

Dado su histórico valor, el acuerdo incluye, explica a La Tercera Tracy Young, vocera de la Nasa, una lista de artefactos del lugar que no pueden ser modificados por Space X.

La Nasa se ha apoyado en empresas privadas, como Boeing y Sierra Nevada, además de Space X, para desarrollar naves que alcancen la órbita baja de la Tierra, por ejemplo, donde se ubica la Estación Espacial Internacional. "La Nasa determinó que no tiene necesidad de usar la 39A para sus futuras misiones. Su arriendo es parte de la transformación del Centro Espacial Kennedy en un complejo del siglo XXI, que soporte proyectos tanto del gobierno como de usuarios privados", explica Young.

Paralelamente, la Nasa trabaja en la plataforma 39B, desde donde ejecutará su programa Constellation, "que llevará a los astronautas al espacio profundo, incluyendo un asteroide y Marte", agrega Young.