Nunca le interesaron demasiado las motos. Pero no se lo dijo a Chris Ryall, el jefe creativo de la editorial IDW, cuando le preguntó si le gustaría trabajar en un nuevo proyecto sobre una banda de motociclistas. Sólo asintió y se puso a estudiar: modelos, marcas, velocidades, sonidos, movimientos. El resultado fue Road rage: Throttle, el primer cómic de Stephen King y su hijo, Joe Hill, donde el chileno Nelson Dániel se encarga por completo del arte.

Road rage es la adaptación de dos relatos escritos por el "maestro del horror" y su hijo para una antología tributo a Richard Matheson (Soy legenda). Ellos toman como punto de partida el cuento Duel, sobre un enloquecido conductor de camión que busca venganza en plena carretera. King y Joe Hill esta vez lo sitúan en el desierto de Nevada y las víctimas son una banda de motociclistas forajidos que difícilmente se quedarán de brazos cruzados.

El aporte del chileno ha ganado nada más que elogios. "Nelson Dániel tiene un tacto extraordinario para el movimiento, para el impacto cinético de hierro aplastando a hierro", dijo Joe Hill en entrevista con el sitio newsarama.com. Se conocían de antes: Dániel también fue colorista en The cape, una exitosa miniserie cuyo volumen uno se agotó en los primeros cinco días de venta y que fue nominada a los premios Eisner. "Nelson es un buen artista por derecho propio, con un estilo crudo y áspero", ha dicho Ryall, quien también es guionista de Road rage. "Puedes sentir la suciedad en cada página. Lo que Nelson hace sólo con los colores es diferente a cualquier persona trabajando en este momento".

2011 fue un buen año para Dániel. Entró de lleno en la industria estadounidense y también publicó en Chile la novela gráfica 1899: Cuando los tiempos chocan, con Francisco Ortega. Antes, había debutado con Lucca, un relato autobiográfico sobre el autismo de uno de sus hijos. Esa mirada particular, piensa Dániel, podría llamar la atención de las editoriales norteamericanas sobre dibujantes chilenos como él, Gabriel Rodríguez (Locke & key) y Alan Robinson (Phoenix without ashes). "Los cómics gringos y europeos se pueden identificar por el dibujo y el estilo. Son años de escuela. Tal vez los chilenos ofrecemos lo contrario: enfrentamos el dibujo a través de una mirada propia", dice.

Antes de dedicarse por completo al género, Dániel hizo storyboards, afiches y efectos especiales en cine y publicidad. Fue encargado del arte de los primeros largometrajes de Nicolás López, Promedio rojo y Santos. Hoy, su trabajo en lo audiovisual se cuela en el cómic. Tanto en la forma de enfrentar los procesos como en su planteamiento visual. En Road rage la asociación fue aún más cercana: era inevitable la comparación con el telefilme El diablo sobre ruedas (1971), adaptación de Steven Spielberg de Duel. "Vi la película hace mucho tiempo y no quise volver a ella con el cómic. Sí recordaba lo amenazante que era ese camión, y eso nos pareció fundamental para este cómic. La mejor manera de resolverlo fue bajando la cámara, pegándola al piso, contrapicando el camión".

Para este año, Dániel tiene más colaboraciones con Joe Hill. Esta vez, el arte completo de The cape: 1969, precuela de la exitosa serie de 2011. En Chile, trabaja con Ortega en la secuela de 1899, titulada 1959: La guerra del fin del tiempo. Para él, es una continuación de un año "histórico" en la producción local. "Hoy existe la posibilidad de vivir de todo esto. Tenemos un Café Cómics, una Comic Con Chile", afirma. "La novela gráfica volvió al ranking de libros más vendidos. No imagino una mejor señal para pensar en el futuro del cómic en Chile".