Nadie aún se puede explicar cómo es que logró salir con sólo unos rasguños en la cara y una fractura en la clavícula. Bahia Bakari, de 13 años, fue la única sobreviviente del vuelo A310 de Yemenia Airways que se estrelló el martes frente a las Islas Comores con 153 personas a bordo. Aunque casi no sabía nadar, la niña permaneció a flote durante más de 13 horas en las aguas del Océano Indico antes de ser encontrada por los equipos de rescate.
"Le pregunté qué había pasado y me dijo: 'Vimos el avión cayendo al agua. Me encontré en el mar. Escuchaba a la gente hablar, pero no podía ver a nadie. Estaba en la oscuridad. No podía ver nada. Papá, no podía nadar muy bien. Me aferré a algo, pero no se a qué", dijo la niña a su padre, Bakari Kassim, quien pudo hablar por teléfono con su hija, que hasta ayer permanecía internada en un hospital de Moroni, la capital de las Islas Comores. Kassim señaló que los médicos le confirmaron que además su hija tenía algunas quemaduras leves.
"Está claramente traumatizada y quiere descansar", dijo el secretario de Estado y la Cooperación francés, Alain Joyandet, quien viajó especialmente a Moroni, para ayudar en la coordinación de los rescates. Joyandet destacó el "coraje" de la joven originaria de Marsella que "se aferró a un pedazo del avión desde la 1.30 hasta las 15.00". "Es un auténtico milagro. Es una joven muy valiente... Demostró una fuerza física y moral increíbles", señaló el funcionario galo. Bahia volaba anoche rumbo a París para recibir atención médica especializada.
La niña había partido de la capital francesa el lunes por la noche con su madre para visitar a su familia en las Comores. La familia Bakari vive en París y para la adolescente era el primer viaje que hacía a la tierra de sus padres, inmigrantes comorenses.
Preguntó por su madre
"Fue expulsada del avión y de repente se vio al lado del aparato", relató el padre de Bahia. El sargento Said Abdilai dijo que rescató a la niña después de que fuera vista en el agua. Bahia no pudo agarrar el salvavidas que los rescatistas le lanzaron, así que Abdilai saltó al mar, explicó. Añadió que después se le ofreció a la niña agua tibia con azúcar.
La niña lloró tras ser rescatada y preguntó por su madre, que estaba en el mismo avión. "Se le ha dicho que su madre estaba junto a ella, en otra habitación", indicó su padre, tras argumentar que no se le ha dicho la verdad para "no traumatizarla" más. "Yo no puedo decirle eso", repitió el hombre, quien tampoco sabe cómo contarles lo ocurrido a sus hijos más pequeños, de 10, 8 y 3 años.
Por otra parte, Joyandet afirmó ayer que la señal sonora localizada por aviones franceses en el lugar del accidente del Airbus A310 correspondía a las "balizas de emergencia" en vez de las cajas negras. Expertos en aviación citados por el diario francés Le Monde dijeron que el piloto del vuelo siniestrado cometió un error en la maniobra de aterrizaje. Yemenia anunció que pagará 20 mil euros a cada familia de las víctimas del accidente.