Señor director:
Se vuelven moda en el lenguaje político expresiones que cada cierto tiempo instalan líderes de opinión, y pueden llegar a alcanzar categoría oficial cuando son usadas por actores relevantes.
En esta lógica se ha instalado la expresión “nivelar la cancha”, contenido que ha sido usado para representar la desigualdad en educación, y que significa, posiblemente, la necesidad de otorgar igualdad de oportunidades.
La RAE define nivelar como “construcción, igualar una superficie”, y cancha, como “espacio destinado a la práctica de deportes competitivos”. Ambos conceptos pueden expresar paradigmas diferentes al significado que se quiere expresar en referencia al concepto de igualdad de oportunidades.
Un hito en esta materia fue la Ley de Instrucción Primaria, que instaló el principio de igualdad de oportunidades, cambiando la institucionalidad pública. Su lenguaje fue claro y coherente con los principios invocados; sin embargo, hoy se observa cierta mutación conceptual que puede debilitar o involucionar su significado.
“Nivelar la cancha” representa una visión competitiva de la relación humana, lo que se agrava si se aplica a niños, quienes, al parecer, ingresan a una cancha donde deben competir con otros, y en este caso perder, ya que la cancha tiene defectos estructurales. Este concepto escapa a la visión inclusiva, humanista y solidaria que representa educar.
Pareciera que el lenguaje refleja algo más que una simple expresión didáctica.
Luis Chandía Ruiz